Por Antonio Camborda
La senadora Kamala Harris, quien va en la plancha presidencial con Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre, se ha convertido de la noche a la mañana en la peor pesadilla que debe enfrentar Donald Trump en su campaña para la reelección.
Hija de inmigrantes, como también lo es el presidente de los Estados Unidos, Kamala, quien tiene 56 años de edad, es una dura crítica de actual Gobierno. En el 2017, cuando Puerto Rico necesitaba ayuda porque había quedado destruido por el huracán María, ella dijo que el actual mandatario no tenía capacidad para sentir empatía.
Y luego fue la senadora más incisiva en las audiencias de confirmación de los jueces supremos propuestos por Trump, entre ellos Brett Kavanaugh. “Son personas escogidas a la medida de Trump para que haga lo que le da la gana”, dijo.
PUEDES VER Quién es Kamala Harris, la primera mujer afroamericana en postular a la vicepresidencia de EE. UU.
Kamala Harris es calificada de pragmática e ideológicamente moderada por los analistas políticos, dicen que su carrera sirve de inspiración a muchos, que su carácter es muy fuerte y que aportará a la campaña de Biden un estilo mucho más combativo.
El candidato demócrata se ha mantenido durante todo este tiempo en su bunker, casi sin tener contacto con la gente, y ofrece muy pocas declaraciones a los medios. Su estrategia le está dando frutos porque está primero en las encuestas.
Harris, quien podría ser la primera mujer que ocupe la vicepresidencia de Estados Unidos, fue elegida en el 2012 fiscal general de California, cargo destinado a los varones. Y en sus campañas para la fiscalía en el 2011 y 2013 tuvo como aportantes al actual presidente Donald Trump y a su hija Ivanka.
Trump le dio 6.000 dólares. En el 2011, $5,000; y en el 2013, $1,000. Su hija Ivanka Trump le dio en el 2014 para su campaña $2.000.
En ese momento, los Trump consideraban que era necesario apoyar a una persona distante de los izquierdistas radicales en California.
En dos oportunidades anteriores han habido candidatas a la vicepresidencia: en 1984, fue la demócrata Gerarldine Ferraro y en, el 2008, Sarah Palin, pero sus candidatos a presidentes perdieron.
La designación de Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia ha tomado de sorpresa tanto a Donald Trump como a los miembros de su equipo de campaña, porque no saben qué puntos débiles de ella pueden encontrar para enfilar sus ataques.
Trump ha sido el primero en reaccionar y la ha llamado “mala, horrible, falsa y muy desagradable”, y le puso la etiqueta de ser “de izquierda radical”.
Pero, sin duda, vendrán los insultos, porque ese es el estilo de Trump. Sin embargo, todos reconocen que Kamala es brillante e inteligente y, por eso, es la peor pesadilla para el mandatario estadounidense y su equipo. Tiene un carácter muy fuerte y los demócratas confían en que hará más combativa la campaña.
Después de la nominación, Biden la elogió y dijo que la considera una valiente luchadora, defensora de los pequeños y una excelente servidora pública. También reconoció su labor como fiscal general. A su vez, Kamala lo considera al candidato demócrata como la persona que puede unir a los estadounidenses. “Voy a hacer lo que haga falta para que Biden sea nuestro comandante en jefe”, ha dicho.