La farmacéutica estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech han iniciado este lunes, 10 de agosto, en Argentina, la tercera prueba de la vacuna contra la COVID-19.
Estos ensayos forman parte de una serie de pruebas en conjunto con Estados Unidos, Alemania y Brasil, informaron fuentes oficiales a la agencia EFE.
En tanto, Sergio Maldonado, director del Hospital Militar Central, confirmó que más de 2.500 voluntarios han decidido participar en el primer día de la última etapa de experimentación de la vacuna contra el letal virus.
“Como Hospital Militar Central firmamos un convenio hace unas semanas y a partir de ahí empezamos a trabajar con el investigador principal Fernando Polack y su equipo, y también con los representantes del Laboratorio Pzifer, que es el que va a producir la vacuna”, declaró Maldonado a Radio Rivadavia.
El médico Fernando Polack conversa con integrantes del Hospital Militar Central. (Foto: Clarín)
El funcionario también detalló que el nosocomio aportará la infraestructura, parte del equipamiento y del personal especializado que integran un total de 70 personas entre médicos y vacunadores, los mismos que superaron la etapa de preparación y capacitación que finalizó “muy bien”, a fin de poder participar en la primera etapa de testeo de la dosis contra el coronavirus a un total de 4.500 personas.
“Los voluntarios que se van a vacunar forman parte de una base de datos que aporta la misma Pfizer, no depende de nosotros”, agregó el mandamás del centro de salud.
“Los seleccionados van siendo citados por los mismos investigadores y, a medida que van llegando, se los somete a un circuito que incluye entrevistas, un consentimiento informado y algunos estudios”, finalizó.
Otro punto a considerar es que para la aplicación de la vacuna existe “toda una serie de pasos previos que necesariamente tienen que ser cumplidos”.
A fines de julio, Pfizer aseguró que proyecta tener el antídoto contra la COVID-19 para fin de 2020. Asimismo, indicó que se encuentra produciendo las dosis para que, una vez finalizados los ensayos clínicos, si estos son positivos, “la disponibilidad sea inmediata”.
La vacuna está basada en la tecnología del ARN mensajero, que lleva instrucciones de ADN para que las células del cuerpo humano generen ciertas proteínas protectoras.