Un sindicato estadounidense colocó el martes 164 pares de zapatos blancos frente al Congreso en Washington para rendir homenaje a las enfermeras que han muerto de COVID-19 y solicitar al Senado que apruebe un gigantesco plan de ayuda para combatir la pandemia.
Los zapatos de plástico blanco fueron dispuestos en el césped frente al edificio del Capitolio, sede de la Cámara de Representantes y el Senado.
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“Hace dos meses, el 8 de mayo, estábamos frente a la Casa Blanca rodeados de 88 pares de zapatos, cada uno representando a una enfermera que murió de COVID-19”, dijo Stephanie Simms, del National Nurses United (NNU), el primer sindicato del sector, con 155.000 afiliadas.
La pandemia había matado entonces a más de 70.000 personas, un número que se ha duplicado y supera las 141.000 muertes en Estados Unidos, el país más golpeado del mundo por el virus en términos absolutos.
“Hoy tenemos 164 pares de zapatos. Muestran el fracaso completo y absoluto” del presidente Donald Trump y del Congreso que “abandonaron a las enfermeras, que continúan muriendo”, denunció ante la prensa.
La cámara baja, de mayoría demócrata, aprobó a mediados de mayo un gigantesco plan de ayuda de 3 billones de dólares para rescatar la economía de Estados Unidos, devastada por el coronavirus, y financiar la producción de los equipos de protección que necesita el personal de salud.
Pero el Senado, controlado por los republicanos, no aprobó el plan y las negociaciones sobre un nuevo texto se llevan a cabo actualmente.
“El jefe de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, no hizo nada, no hizo absolutamente nada y las enfermeras siguieron muriendo”, dijo Simms, que pidió a McConnell que “use sus inmensos poderes para tomar la decisión correcta”.