Las tensiones entre Estados Unidos y China no tienen cuándo acabar, esta vez el Departamento de Comercio del país norteamericano reveló que se interpuso sanciones contra 11 empresas chinas por violación de los derechos humanos de las minorías musulmanas de la provincia de Xinjiang.
Cabe precisar que el régimen de Donald Trump ya había incluido a otras 37 compañías en la lista por permitir la represión de China.
El departamento estadounidense estima que más de un millón de musulmanes uigures están detenidos arbitrariamente en campamentos donde son sujetos a “represiones, torturas, tratos inhumanos, recopilación involuntaria de datos biométricos y análisis genéticos; además de abusos sexuales y físicos”.
“Beijing promueve activamente la práctica reprensible del trabajo forzado y los esquemas abusivos de recolección y análisis de ADN para reprimir a sus ciudadanos”, dijo el Secretario de Comercio Wilbur Ross en un comunicado.
Estas compañías que representan una amplia gama de negocios, fabricantes de ropa y tecnología estarían involucradas en la secuenciación de genes y todos han sido acusados de usar trabajo forzado.
Wilbur Ross, secretario de Comercio de EE. UU. (Foto: AFP)
“Esta acción garantizará que nuestros bienes y tecnologías no se utilicen en la ofensiva despreciable del Partido Comunista Chino contra las minorías musulmanas indefensas”, agregó Ross.
Por último, la misiva precisa que las firmas se enfrentan a restricciones en el acceso a artículos de origen estadounidense.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China acusó a la administración Trump de intentar sabotear las industrias chinas sin evidencia de los presuntos delitos de las empresas.
"Lo que le preocupa a Estados Unidos no son las cuestiones de derechos humanos en absoluto, sino suprimir a las empresas chinas, socavar la estabilidad de Xinjiang y difuminar las políticas de Xinjiang de China", dijo el portavoz Wang Wenbin, según la AP.
Wan Wenbin durante una conferencia de prensa. (Foto: AFP)
En esa misma línea, el funcionario prometió que Beijing “tomaría todas las medidas necesarias” para proteger a China y sus empresas.
“Instamos a Estados Unidos a corregir sus errores, revocar decisiones relevantes y dejar de interferir en los asuntos internos de China”, finalizó el representante Wang Wenbin.