La confirmación de un caso de la temible ameba “come cerebros” en Florida, Estados Unidos, ha encendido todas las alarmas; en medio de la lucha contra la COVID-19.
Este mal causado por un parásito de nombre meningoencefalitis amebiana primaria, destruye el tejido cerebral y tiene un altísimo índice de mortalidad.
La ameba es un organismo microscópico unicelular que se mueve mediante seudópodos, es decir, falsos pies. Se alimenta de manera externa por partículas de su mismo tamaño o un poco más grandes; además se reproduce por división de su cuerpo.
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el ameboide Naegleria fowleri es un microorganismo de forma cambiante que vive en agua dulce templada como lagunas, estanques y piscinas; además de tierra húmeda.
Este organismo ingresa al cuerpo cuando el fluido contaminado tiene contacto con las fosas nasales y se dirige al cerebro donde destruye todo su tejido. De ahí nace el nombre: ameba “come cerebros”.
Las fosas nasales constituyen la principal fuente de ingreso de esta temible bacteria. (Foto:Télam)
Cabe resaltar que beber agua con esa ameba no implica necesariamente un contagio en el individuo; tampoco se puede transmitir de persona a persona.
Otro dato no menos importante es que las temperaturas cálidas favorecen su desarrollo; por ello, la mayor parte de los casos se producen en verano.
La infección no tiene consecuencias inmediatas, pero puede comenzar con un dolor de cabeza, fiebre y náuseas. Al empeorar la situación, la persona enferma experimenta confusión, pérdida de equilibrio, cuello rígido y convulsiones.
La fiebre es uno de los principales síntomas. (Foto: Ser Padres)
Normalmente este mal es tratado con un fármaco antiparasitario de nombre miltefosina.
Por ahora, los CDC han instado a las personas a seguir las siguientes recomendaciones para evitar contraer esta infección:
- Mantener fuera la nariz al nadar en aguas dulces cálidas, manantiales calientes y térmicos.
- Cubrirse la nariz con la mano o usando un clip para tapar los orificios.