Cargando...
Mundo

Cavan tumbas en playa de Copacabana como protesta ante aumento de muertes por COVID-19

Activistas abrieron un centenar de fosas en la popular playa de Brasil para denunciar la “mala gestión” del presidente Jair Bolsonaro en la lucha contra la pandemia del coronavirus en el país.

La icónica playa de Copacabana en Río de Janeiro amaneció el último jueves con cientos de fosas acompañadas de cruces, cavadas simbólicamente para rendir homenaje a las casi 40.000 personas que han fallecido hasta la fecha por el coronavirus en Brasil y denunciar la “incompetencia” de la gestión del gobierno de Jair Bolsonaro frente a la pandemia.

Esta singular protesta fue organizada por la ONG Río de Paz, afiliada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde alrededor de 40 voluntarios abrieron durante la madrugada un centenar de tumbas alineadas sobre la arena en diez filas frente al hotel Copacabana Palace y en ellas clavaron cruces negras decoradas con banderas brasileñas y pancartas con la frase “Brasil, el país de las fosas”.

“El acto tiene como objetivo protestar contra la sucesión de errores cometidos por el Gobierno Federal en la conducción de la crisis humanitaria por la que atraviesa el país. Dentro de pocos días, Brasil ocupará el segundo lugar en el mundo en número de muertos por coronavirus”, anunció la organización a través de sus redes sociales.

Brasil actualmente es el segundo país que presenta más casos de COVID-19 en el mundo y ocupa el tercer lugar en el número de fallecidos por la enfermedad. En la última semana, el país ha registrado tres récords consecutivos en las cifras de muertes diarias por coronavirus y se mantiene por encima de los 1.000 decesos por día.

“Hemos reproducido aquí, en el decorado de la postal de Río, lo que vemos en nuestros cementerios”, declaró a AFP Antonio Carlos Costa, presidente de la ONG. “Estamos aquí para exigir un cambio de actitud al Presidente de la República, quien debe comprender que nuestra nación enfrenta el momento más difícil de su historia”.

Pese a la preocupante situación que atraviesa el país, donde la curva de contagios sigue en constante aumento y ya suma un total de más de 780.000 personas infectadas, Bolsonaro continúa minimizado la gravedad del impacto que viene dejando la pandemia y sigue abogando por la reanudación de las actividades económicas.

Brasil está desnudo ante el mundo. Todas sus injusticias sociales y desgobierno han emergido en estos meses de pandemia”, señaló Costa a EFE. “No hay gobierno que esté conduciendo de forma peor esta crisis humanitaria que el nuestro”.

Luego de la construcción del cementerio simbólico, partidarios del presidente insultaron a miembros de la ONG y derribaron de su lugar las cruces. Un hombre, que perdió a su hijo de 25 años a causa de la enfermedad, volvió a colocar cada una de ellas en su sitio, mientras exclamaba “¡respeten nuestro dolor!”.