El nuevo coronavirus tiene en alarma a casi todos los países del mundo, ante una expansión que hasta los momentos no ha sido controlada. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado a la calma en base a las cifras recogidas.
En los datos más recientes, divulgados el jueves en conferencia de prensa, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, apuntó que la tasa de mortalidad es del 3,4 %.
“En última instancia, el nivel de mortalidad que pueda alcanzar este virus no depende únicamente del virus en sí, sino también de cuál sea nuestra respuesta”, afirmó el director general citado por la página web de la OMS.
Hasta ahora se registran 3411 fallecidos y más de 100 000 contagiados, la gran mayoría en China. Empero, también se han recuperado 55 753 personas, una cifra alentadora, de acuerdo a especialistas.
Tedros indicó que alrededor del 80 % de casos confirmados, fuera de China, proceden de tan solo tres países: Corea del Sur (6593), Irán (4747) e Italia (3858). Y lógicamente en esos Estados se registran la mayor cantidad de fallecidos.
“Vemos señales alentadoras en la República de Corea. El número de nuevos casos que se notifican parece estar disminuyendo, y los que se están notificando proceden principalmente de grupos conocidos”, señaló.
Datos actualizados del coronavirus
En 115 naciones no han notificado casos, en 21 solo han informado de uno y en cinco, en los cuales el coronavirus ya había llegado, no han confirmado ninguno nuevo en los últimos 14 días.
“Es posible hacer retroceder esta epidemia, pero solo si se parte de un enfoque colectivo, coordinado e integral en el que participe toda la maquinaria del gobierno”, enfatizó el jefe de la Organización Mundial de la Salud.
La OMS recomienda estar bien informado y visitar su sitio web para evitar caer en bulos. “Las autoridades en China y algunos otros países han logrado frenar o detener sus brotes. Sin embargo, la situación es impredecible, así que verifique regularmente las últimas noticias”.
Las precauciones más simples son: limpiarse las manos regularmente y a fondo con desinfectante a base de alcohol, o lavarse con agua y jabón; evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca; cubrirse la boca y la nariz con el codo o un pañuelo doblado al toser o estornudar. Luego, desechar el tejido usado.