Escondido para no ser castigado por la justicia de Argentina, Leandro Martínez, le contó a su abogado que quiere entregarse. Desde el 23 de enero, el fiscal Pablo Masterrer de la UFI N°11 ordenó arrestarlo por abusar sexualmente de su sobrina de 12 años.
La niña identificada como V. confesó a la Policía de Argentina que su tío le manoseaba ‘los glúteos y la vagina’, en su casa y fiestas familiares, según el relato de la madre ante la justicia a fines de diciembre del año pasado.
El fiscal Masterrer no tuvo contemplaciones en afirmar que “el mencionado Martínez, aprovechando la circunstancia de encontrarse al cuidado de la niña y por ende bajo su guardia y de la inmadurez propia de la corta edad de ella, además de su estado de indefensión”, aseguró.
“La prolongación en el tiempo de los abusos sexuales lleva a degradar la personalidad de la víctima, lo que me permite considerarlos un sometimiento sexual gravemente ultrajante”, recoge Infobae.
Daniela, madre de la víctima y el abogado querellante Juan Pablo Gallego. (Foto: Infobae)
La madre de la víctima autorizó a la psicóloga a revelar el secreto profesional para que declare en el juicio. La profesional habló el 31 de enero y su testimonio corroboró el abuso sexual que sufrió la pequeña de 12 años.
Durante la primera entrevista en octubre de 2019, la psicóloga notó ansiedad, miedo de la nena a estar sola, a situaciones de robo. Después, los padres le hablaron de la situación del “tío”, le mostraron los audios, el video en el cuarto, añade Infobae.
“Hicimos una sesión al día siguiente con la nena”. “Vino más nerviosa o tensa, no quería hablar, era raro porque era una nena muy extrovertida”, contó. La psicóloga le propuso leer un cuento, donde en una parte los adultos hacían mimos. Automáticamente lo identificó con el ‘tío Leandro’. Aseveró como en esas situaciones “se quería ir a casa” y que “se sentía sola y que no le salía contarle a la abuela porque no sabía cómo lo iba a tomar”.
A sus cortos 12 años, una niña que había acusado varias veces a su tío por abuso sexual sin recibir ningún castigo, se las ingenió para ponerlo en evidencia. (Foto: Captura)
Luego de varias sesiones, la menor contó lo que había pasado en episodios específicos. “¿Esto también les pasa a los otros nenes?”, preguntó en voz alta. Dijo que quería mostrar el video de la cámara de seguridad “en el juzgado, a la policía y a más familiares para que puedan estar conmigo y me crean”.
La fiscalía de Argentina le preguntó a la psicóloga si notó síntomas congruentes con abuso sexual: “A mí me llamó la atención cuando describió sensaciones, lo hace con un relato muy sentido, en todo momento reitera siempre lo mismo, no se modifica, tiene coincidencia de forma directa al preguntar y de forma indirecta al tratarlo con el libro.