Irán está enriqueciendo más uranio que antes de la firma del acuerdo nuclear de 2015, en el marco de su anunciada reducción de compromisos, en respuesta a las sanciones de Estados Unidos, que mantiene en jaque a Europa.
El presidente iraní, Hasan Rohaní, afirmó este jueves que a nivel de la industria de la energía atómica su país no tiene ahora ninguna limitación, por lo que la situación es “mucho mejor” que ante de que se alcanzara el llamado JCPOA, en sus siglas en inglés.
“Nuestro enriquecimiento (de uranio) diario es hoy mayor que en la época anterior a que firmáramos el JCPOA. No nos hemos quedado de brazos cruzados, si ellos han reducido sus compromisos, nosotros también”, subrayó en un discurso sin ofrecer datos precisos.
El pacto, firmado entre Irán y seis grandes potencias (EE. UU., Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania), estipula que Teherán no puede superar un límite de almacenamiento de uranio de 300 kilos y de nivel de enriquecimiento del 3,67 %, una pureza que antes del acuerdo alcanzó el 20 %.
Unas restricciones a las que Irán ya no se adhiere debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos tras su retirada del acuerdo en 2018 y que el resto de firmantes no han sido capaces de contrarrestar.
Debido a estos incumplimientos, Alemania, Francia y el Reino Unido recurrieron hace dos días al mecanismo de arreglo de diferencias para presionar a Irán a que vuelva al redil.
Una semana antes de que estos tres países activaran el citado mecanismo, EE. UU. amenazó con la imposición de un arancel del 25 % a los vehículos importados de Europa si no denunciaban a Irán por la violación del acuerdo nuclear, según reveló ayer el periódico “The Washington Post”.
En respuesta a estas informaciones, el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, advirtió a estos países de que no les servirá ceder al chantaje del presidente estadounidense, Donald Trump, y renunciar a su integridad.
“No funcionará mis amigos. Ustedes solo abrieron su apetito. ¿Recuerdan a su matón de la secundaria?”, escribió en Twitter Zarif, quien criticó que esos países no tienen una base moral al vender “los restos del JCPOA para evitar las nuevas tarifas”.
Irán anunció el pasado 5 de enero que dejaba de cumplir en la práctica con las limitaciones impuestas a su programa atómico, incluidos los niveles de enriquecimiento de uranio, en el quinto y último paso de su reducción gradual de implementación de sus obligaciones.
La crisis sobre el pacto nuclear coincide con una nueva escalada de la tensión entre Irán y EE. UU., que estalló con el asesinato en un bombardeo estadounidense en Bagdad el pasado 3 de enero del general iraní Qasem Soleimaní, al que Teherán respondió con un ataque a una base militar en Irak con presencia de tropas norteamericanas.