Una cruel mujer de 38 años ha cometido los actos de repudiables que podrían venir de una madre y pide su libertad. La muerte de su propio hijo de solo 17 meses tras los fatales abusos de su esposo Steven Barker, fueron consentidos por Tracey Connelly, la mujer que hoy reclama salir de la prisión de alta seguridad de Low Newton en Inglaterra.
Lleva más de 7 años en prisión y en un intento desesperado por querer su libertad, se ofreció a realizar una prueba de detección de mentiras. Además, dijo estar dispuesta a aceptar restricciones de movimiento siempre y cuando saliera libre.
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La Junta de Libertad Condicional de Durham se preparaba para determinar si esto era posible, mientras que se sumaba a sus restricciones el bloqueo de uso de redes sociales e internet y que permaneciera lejos de cualquier niño.
Pero ahora, según informa Daily Star Sunday, su hija mayor ha suplicado a la junta que mantenga a su madre en prisión todo el tiempo posible.
La joven escribió una carta donde pide que no liberen al ‘monstruo’ de su madre, y asegura que no tiene el más mínimo remordimiento por permitir que su propio bebé sea torturado hasta la muerte.
La mujer fue liberada con licencia por primera vez en 2013, pero solo 18 meses después fue devuelta a prisión. Estuvo a punto de salir en 2015, pero los jefes de libertad condicional le bloquearon la salida, lo mismo ocurrió en 2017 tras considerarla un peligro para la sociedad.
En las investigaciones se encontró que la mujer vendía imágenes indecentes de sí misma en internet a pervertidos.