Comenzó como la mascota de un soldado estadounidense durante la Primera Guerra Mundial. Luego pasó a ser condecorado y reconocido como sargento gracias a su destacada participación en el conflicto.
Stubby, un perro callejero hijo de un pitbull y un terrier, salvó vidas durante el combate. Incluso inmovilizó a un alemán que estaba escondido entre las tropas de Estados Unidos como espía.
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Fue el perro con más condecoraciones durante la Primera Guerra Mundial y el primero en la historia del ejército norteamericano en obtener un rango militar.
Su historia inicia cuando fue recogido de la calle por el soldado Robert J. Conroy. Stubby todavía era cachorro y su dueño se encariñó tanto con él que no quiso dejarlo y lo llevó consigo al campo de entrenamiento.
Durante esos meses, el can fue aprendiendo algunas piruetas que su amigo le enseñó, como, por ejemplo, saludar como un soldado y hacer toques de corneta.
Stubby, el perro sargento que salvó vidas y capturó a un espía alemán en la Gran Guerra
Pronto las tropas estadounidenses debían desplazarse a la batalla de Chemin des Dames, en Francia, en 1918. Conroy lo llevó con él y lo ocultó en la bodega. Días después fue descubierto por el oficial al mando, pero lo dejó quedarse debido al saludo militar que le hizo.
No pasó mucho para que Stubby se ganara la confianza de todos. Su primera herida de guerra fue cuando recibió una granada de gas mostaza, lo cual le dio mayor sensibilidad para olfatear el químico.
Gracias a esto, pudo salvar la vida de los soldados de la Infantería 102 a la que pertenecía. El perro los alertó de los ataques y sus compañeros pudieron cubrirse a tiempo con sus máscaras.
Stubby, el perro sargento que salvó vidas y capturó a un espía alemán en la Gran Guerra
El can también se encargaba de buscar heridos entre decenas de cadáveres; además de servirles de acompañamientos durante sus procesos de recuperación. Stubby fue el mejor amigo de los soldados durante meses.
El grado de sargento se le fue entregado más tarde, tras ser el único responsable en capturar a un espía alemán. El perro lo ubicó cuando nadie sospechaba de él y luego saltó sobre su yugular para inmovilizarlo.
El ejército estadounidense ganó la batalla y Stubby fue condecorado. Algunas mujeres le hicieron un abrigo de gamuza y le colocaron varias medallas como reconocimiento.
Cuando acabó la guerra, regresó a casa con Conroy. En marzo de 1926 falleció mientras dormía. Hoy es uno de los animales que guarda el Instituto Smithsonian, en Washignton, donde su cuerpo se encuentra disecado y conservado.
Stubby, perro sargento