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Mujer asegura ser un gato y su enamorado la trata como tal: “Es mi fascinación” [FOTOS]

Kat Lyons conoció a Robrecht Berg en una Comic Con de Estados Unidos, y no dudó en expresarle sus sentimientos gatunos. Con el tiempo, hicieron de los juegos de roles un estilo de vida.

Kat Lyons es una mujer de Estados Unidos que se identifica como un gato, por lo que decidió adaptar su estilo de vida como si fuese un minino más.

La fémina de 31 años no dudó en compartir sus emociones y pese a su peculiar personalidad, conquistó el corazón de Robrecht Berg, un hombre de 52.

“Siempre tuve una fascinación con los gatos. La gente dice: 'No eres realmente un gato'. Sin embargo, siento que lo soy. Soy un gato’’, comenta Kat al diario Barcroft Media.

A pesar de la diferencia de edad, la pareja residente en Colorado, asegura que no tienen problemas para involucrarse en el juego de roles y han sabido complementarse desde que se conocieron en una Comic Con, hace ocho meses.

"Ella podría haber estado usando orejas en ese momento, pero no me di cuenta de eso, no fue hasta que más tarde hablando con ella en Messenger descubrí que estaba más interesada en lado del gatito y lo hacía regularmente desde que era una adolescente’’, cuenta Robrecht, quien se desempeña como ingeniero aeroespacial.

La ‘mujer gato’ y su creencia sobre la sexualidad

“Todo comenzó en la escuela secundaria, siempre me han gustado los gatos, es decir, de ahí viene mi nombre. Me acosaron mucho por usar las orejas y solo ser un nerd. Lo mantuve un poco escondido’’, expresa Kat Lyons, empleada de una tienda de juegos para mascotas.

Mientras tanto, su enamorado asegura que nunca antes se había involucrado en una relación que llevara tan al pie de la letra los juegos de roles, por lo que resalta la espontaneidad de su compañera para vivir como un felino.

“Esto es lo mismo que los cosplayers: las personas hacen lo que les gusta hacer”, enfatiza Robrecht, a quien no le fastidia tener que sostener a su pareja con una cadena, como si fuese un gato, para avivar la pasión.

Y es que, Kat suele treparse a una mesa mientras Robrecht está ocupándola o suele ronronear para expresarle su afecto.

“Crecí y tuve que fingir que era normal y no ser la persona del gato, pero ahora puedo ser yo mismo, puedo expresarme, soy un gatito’’, sentenció la mujer.