La aparición de Oumuamua marcó un precedente histórico: fue el primer objeto interestelar en penetrar el sistema solar (2017). Ahora, el astrónomo ucraniano Gennady Borisov detectó otro cuerpo parecido, según un comunicado de la Agencia Espacial Europea (ESA).
La órbita del objeto —llamado C/2019 Q4— es excéntrica, es decir, no corresponde a los trayectos de cuerpos celestes dominados por la gravedad de nuestro Sol, como los desplazamientos elípticos o semicirculares.
Órbita hiperbólica de c/2019 Q4 (Borisov) - ESA
De acuerdo a la Unión Astronómica Internacional (IAU), esta característica comprueba que este impensado inquilino del sistema solar tiene un origen al menos transneptuniano, más allá de la nube de Oort, donde empiezan los límites de nuestro barrio cósmico.
Luego del descubrimiento, astrónomos de todo el mundo han ido apuntando sus telescopios hacia el objeto para estudiarlo más a fondo y determinar si posee el mismo comportamiento que su antecesor: Oumuamua.
No obstante, la indagación no se llevó a cabo en las mejores condiciones porque ‘el nuevo Oumuamua’ estaba cerca del horizonte de Sol; por lo tanto, la atmósfera distorsionó la luz y los instrumentos perdieron un porcentaje de su fiabilidad. Los científicos, entonces, deberán esperar más tiempo hasta que la visibilidad mejore.
“Salvo que ocurra una inesperada desaparición o desintegración, este objeto debería ser observable durante al menos un año”, sugirió la IAU, tal y como lo expone el portal web de ABC Ciencia.
La única información brumosa que se tiene es que C/2019 Q4 parece ser un cometa activo, en proceso de liberación de gas, debido a la radiación del astro rey.
Otra especulación se dio respecto a cuándo registrará su máximo acercamiento con la Tierra. Los astrónomos estiman que en diciembre del presente año pasará a 300 millones de kilómetros de la estrella; las hipótesis podrían variar después.