Veinte años después de liderar una terapia de conversión para homosexuales en Carolina del Sur (Estados Unidos), McKrae Game se declaró gay y reconoció que todo fue un error “perjudicial”.
McKrae Game fundó un tratamiento conocido como Hope for Wholeness, pero dijo a The Post y Courier que esta organización “dañó a generaciones de personas”.
“La terapia de conversión no es solo una mentira, sino que es muy dañina”, señaló tras varios años afirmando lo contrario.
El medio contactó a McKrae Game (51) luego de que él hiciera viral una publicación de Facebook, donde pedía perdón por difundir esta terapia aberrante.
“Literalmente, está matando gente. Aprende a amar. Aprende a amarte a ti mismo y a los demás”, se lee en su post.
McKrae Game se casó con Julie Game en 1996 y procrearon a dos niños. Ella sabe de su homosexualidad, afirmó
“Nunca viví una doble vida. Era 100 por ciento auténtico todo el tiempo. Todavía estoy en casa con mi familia, y mi esposa está siendo ridículamente amable y dulce", dijo en un video en vivo de Facebook.
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El exlíder está a favor con que este tipo de centros y terapias sean prohibidas, como sucede en 18 de los 52 estados de Estados Unidos.
McKrae Game también contó que se dio cuenta de que le gustaban los chicos a los 11 años, pero no se lo contó a nadie sino hasta los 18.
“Fui adoctrinado al lenguaje evangélico [común]: la homosexualidad es una abominación. Esta es la manía de la iglesia. Creo que es su repugnancia, su desdén por el tema”, afirmó.
McKrae Game, que intentó eliminar sus propias atracciones hacia el mismo sexo con lecciones y adoctrinamientos, reconoció que esto es absurdo.
“Todavía hay quienes cree que hay algo malo con ellos y con la gente que decide vivir su vida honestamente como gay, lesbiana, trans”, apuntó.