La historia de José Escobar refleja la desidia de la administración de Donald Trump hacia los migrantes.
En 2017, este padre de dos pequeños fue deportado de Estados Unidos pese a no tener antecedentes penales.
PUEDES VER No pudo soportar la deportación de su padre: menor fue desconectada después de intentar suicidarse
Un error en su solicitud del Estatus de Protección Temporal (TPS) lo puso en la mira de las autoridades federales y en el 2017 fue deportado a El Salvador.
Se presentó a una oficina de migración en Houston para informar de su condición laboral, un requisito que debía cumplir una vez al año, cuando se le avisó que sería devuelto a su país natal.
En el tiempo que él estuvo en El Salvador, su esposa, Rose Escobar, vivió en Texas con sus dos hijos. Fueron momentos difíciles marcados por la distancia, el miedo, la soledad.
Desde entonces, ella emprendió una dura batalla junto a un apoderado, el congresista Al Green y diferentes activistas.
Hace unas semanas, el 1 de julio, José Escobar, de 31 años, logró regresar a Estados Unidos y obtener la residencia permanente.
PUEDES VER En México y Estados Unidos estarían de acuerdo con que deporten a migrantes “porque roban trabajos”
“Nosotros, la familia Escobar, podemos pasar la página al siguiente capítulo de nuestras vidas, para tener nuestro sueño americano, el retraso no es la negación, Dios es fiel", dijo su esposa a Univisión.
El Aeropuerto Intercontinental George Bush de Estados Unidos se invadió de felicidad: por fin pudieron abrazarse después de largas noches de incertidumbre.
“Durante este difícil viaje que mi familia y yo tuvimos que soportar, aprendí que la familia es lo más importante en la vida. No podré recuperar el momento invaluable que he perdido, pero me aseguraré de hacer todo lo posible para capturar y crear nuevos recuerdos con ellos”, comentó José Escobar.
A continuación, puedes ver parte de su historia.