Adolf Hitler, exlíder nazi que lideró Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, pensaba que el exterminio de judíos era la única solución; sin embargo, se negaba a ser testigo de los asesinatos.,Nuevos episodios de la vida del exlíder nazi Adolf Hitler serán revelados en el documental 'Vidas privadas' que se emitirá este lunes por el canal británico Yesterday. En dicha producción se verá cómo Hitler evitó ser testigo de los genocidios en el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial. Cuando el tren de Adolf Hitler se cruzaba con las formaciones que transportaban a los judíos a los campos de concentración ubicados en los territorios del Tercer Reich, bajaba las cortinas para no ver los horrores del plan de exterminio que se llevaba a cabo bajo sus órdenes. PUEDES VER: Adolf Hitler y la Alemania Nazi planeaban Holocausto en Canadá y Estados Unidos Las afirmaciones sobre la decisión de Adolf Hitler de mantenerse aislado del Holocausto se basan en la investigación de la doctora Tracy Borman, curadora principal de la organización británica Historic Royal Palaces (Reales Palacios Históricos). Por ejemplo, se cree que el exlíder nazi de origen austriaco que llegó a liderar Alemania entre 1933 y 1945, nunca visitó los campos de concentración y exterminio en el que murieron seis millones de judíos y otros miembros de grupos minoritarios. Su paso por Auschwitz-Birkenau, Treblinka, Dachau y Theresienstadt jamás se dio. "Mientras se llevaban a cabo atrocidades en su nombre, él nunca visitó un campo de exterminio", sostiene Borman, quien presentará el documental, según reportó el Daily Mail. Tracy Borman es la investigadora que presentará el documental sobre Adolfo Hitler, 'Vidas privadas'. Además de la relación de Hitler con el Holocausto, también se abordarán los abusos que sufrió el nazi en su infancia, sus aspiraciones artísticas frustradas y vínculos con numerosas mujeres jóvenes, incluyendo una de sus sobrinas. Sin embargo, la temática principal del documental se basará en los esfuerzos del exsoldado que se convirtió en líder nazi por no aceptar los horrores de las políticas genocidas adoptadas durante su régimen en la Segunda Guerra Mundial. "Hitler nunca quiso confrontar con la brutal realidad de lo que estaba pasando, sólo quería saber que se estaba llevando a cabo", explicó Borman. "Cuando un tren que llevaba judíos a los campos frenó en la plataforma adyacente a su formación, bajó las cortinas", agregó. Hitler nunca visitó ninguno de los campos de concentración, según la investigación. A pesar de no querer ver cómo se realizaban las prácticas genocidas, durante un almuerzo con Heinrich Himmler, el sanguinario organizador del Holocausto, Adolf Hitler se describió como una persona "extremadamente misericordiosa con los judíos", aunque el Führer sostenía que "la única solución es el exterminio". De acuerdo al documental 'Vidas privadas', la transcripción oficial del diálogo entre Hitler y Himmler es la única prueba por escrito que vincula al dictador y exlíder nazi con la matanza sistemática de judíos. PUEDES VER: Las fotografías que retratan la inexplicable amistad de Adolf Hitler con una niña de origen judío Por lo general, y especialmente en lo referido al Holocausto, Hitler solía dar órdenes verbalmente a sus subalternos y durante reuniones, evitando asentar nada por escrito. Heinrich Himmler, el autor y organizador del Holocausto (Foto: C&T Acuctions/BNPS) Precisamente estos detalles hacen que seguidores del genocida, neonazis y miembros de ultraderecha, sostengan que el exterminio se habría realizado sin que Hitler lo supiera. Esta posición es criticada por historiadores y la transcripción sería la prueba definitiva de que no fue así. Tras obtener acceso a los documentos, la investigación realizada en Alemania muestra que solo un judío fue salvado por Adolf Hitler: Eduard Bloch, un médico que trató de cáncer de mama a la madre del dictador y que logró emigrar a los Estados Unidos en 1940 con ayuda del régimen nazi. Previamente, el libro Living with Hitler: accounts of Hitler's Household Staff (Viviendo con Hitler, testimonios de los sirvientes en el hogar de Hitler), puso al descubierto los hábitos del Führer de Alemania, quien solía desayunar dos tazas de leche tibia, hasta una decena de galletas Leibniz y una barra de chocolate, siempre de pie.