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Espectáculos

Miguel Samamé defiende a los de "Yo soy": “Cantamos mejor que cualquier otro cantante en el planeta”

Miguel Samamé, el imitador de Gustavo Cerati, explica por qué tiene más seguidores en el extranjero. Además, habla de su faceta como imitador y de sus posiciones políticas.

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Miguel Samamé, imitador de Gustavo Cerati. Fotos: Facebook/Miguel Samamé

“Yo soy” llegó a su fin hace más de un año, pero los imitadores que se consagraron en el programa siguen facturando. Uno de los participantes del programa que han logrado vivir de lo que les gusta y que cuentan con miles de seguidores es Miguel Samamé, quien se dio a conocer como el doble peruano de Gustavo Cerati y quien ha logrado llevar su show tributo a diversos rincones del país y hasta en el extranjero.

Miguel Ángel Samamé, quien también generó polémica por criticar duramente a “Yo soy”, revela para La República por qué tiene más seguidores en el extranjero que en Perú. Además, habla de su faceta como imitador, de lo que Gustavo Cerati significa en su vida y de las consecuencias de ser una persona franca y no tener miedo a exponer sus posiciones políticas.

Tuviste recientemente una gira por México. ¿Qué sentiste al reencontrarte con peruanos en otro país?

—No había ningún peruano, en realidad. Era puro público mexicano. Hubiese sido bonito encontrarme con algún compatriota, pero no. Bueno, solo había una persona que residía en D. F. y es alguien que me sigue de acá.

Entonces, ¿sientes que vas por un buen camino para la internacionalización?

—Bueno, la internacionalización la empecé en el año 2014, porque ya he tenido la oportunidad de hacer una gira por Argentina. Ya he ido tres veces a Paraguay, tres o cuatro veces a Colombia. He estado en Ecuador y esta es mi tercera vez en México.

Miguel Samamé: "No me considero un imitador porque lo mío no es la parodia". Foto: Facebook Miguel Samamé

Ya que has ido a México tres veces, ¿qué crees que podemos emular de la industria musical de allá?

—México es culturalmente un país muy receptivo. Está abierto a toda la información que pueda llegar de cualquier parte del planeta y es una población bastante grande. Prácticamente, toda la población del Perú entra en la capital, entonces, es mucho más fácil tener una cantidad de público mayor. Es un país que está muy desarrollado y es muy fácil captar público en cualquier parte del país, a diferencia del Perú, que todavía tiene ciudades donde hay 30 años más o menos de atraso con respecto a la capital.

¿Por qué crees que pocos peruanos acuden a tus shows en el exterior?

—Lo que sucede es que yo no soy un artista que hace rock peruano. Si de repente hubiese imitado a un artista que solamente sea conocido en Perú y que haya tenido mucho éxito acá, entonces sí hubiese sido un show dirigido a la colonia peruana; pero el hecho de que yo haga este homenaje al maestro Gustavo Cerati ya me hizo conocido a nivel de toda la comunidad de fans de Cerati y de Soda Stereo. Entonces, ya no es un show peruano, sino es un tributo internacional.

¿Lograste cantar algún tema de tu disco “Espiritual” o solo interpretaste las de Cerati?

—Fue un show con temas de Gustavo Cerati como solista y al día siguiente fue un espectáculo con las canciones de Soda Stereo. Aunque sí se abordó el tema de mi música, específicamente no fui a hacer eso. Pero en junio regreso con planes de promocionar mi producción musical.

En tu show del 6 de mayo, ¿allí sí podrás mostrar tus nuevas canciones?

—No, nada de lo que voy a hacer, hasta junio va a incorporar los temas de “Espiritual”. Quizá un par de canciones. Lo que sucederá en mi show “Cerati- Visualizer 3 con Miguel Samamé y Rasa”, es que vamos a invitar a Gustavo Cerati a que aparezca de manera virtual en el escenario de Bianca. Él aparece y canta con nosotros con su voz y su imagen, algo así como hicieron Charly Alberti y Zeta Bosio en el Estadio Nacional en ese concierto que se llamaba “Gracias totales”.

Faceta de imitador

¿Te consideras un imitador o solo un artista que hace un tributo a Cerati?

—Bueno, yo me considero fan de Gustavo Cerati que ha tenido la dicha de poder representar al artista que muchos fans en Latinoamérica quieren en el escenario. Soy un fan más, pero en el escenario. No me considero un imitador porque lo mío no es una parodia. Yo soy un músico que canto y toco, no es que haga mímicas o que solo mueva los labios, sino que detrás de todo lo que se está presentando hay un profesionalismo musical.

¿Algunos creen que imitar es fácil?

Nosotros, los que hacemos ese tipo de show, cantamos mejor que cualquier otro cantante en el planeta. Imitar no es pararse y mover la boca. Para poder recrear la voz de otra persona, como Gustavo Cerati, Juan Gabriel o José José, y no teniendo la voz de ellos, hay que tener una gran flexibilidad vocal, una gran técnica, una gran afinación. Hay que tener la capacidad de recrear a través del sonido la voz de otra persona, y no solo eso, sino también entonar la melodía y tener la misma técnica de respiración para poder contener el aire, alcanzar las mismas notas agudas y las mismas notas graves. Eso es una técnica en la que no solamente se requiere el conocimiento del canto, sino también el conocimiento perfecto del aparato fonador para saber cómo emplearlo y poder recrear la voz de otra persona.

¿Entonces es más fácil solo cantar que imitar?

—Exactamente. Si yo cantase mis canciones, no tendría que hacer el esfuerzo de tener que recrear la voz de otra persona. Si un día estoy mal o estoy desgastado de la voz, podría acoplar a mi propia voz y siempre va a ser mi voz. La diferencia es que, cuando tú estás haciendo la interpretación o la recreación de la voz de otra persona, y si tú estás afónico, tú vas a tener que ver cómo haces para llegar a sus notas, los vibratos, falsetes o las cosas que haga el artista original. Eso requiere bastante conocimiento musical y la mayoría de los chicos que estuvieron en “Yo soy” son gente que tiene un background bastante grande, no solamente por el tema del programa. Hay gente que ha venido haciendo una carrera de 20 o 30 años en el tema de la interpretación.

A pesar de eso, ¿no tienen el mismo reconocimiento que otros?

—Es que en el Perú la música siempre ha sido muy selectiva por temas raciales y temas socioculturales. Si es que eres de provincia, es muy difícil. Existe una argolla en el Perú en la que ciertos grupos de artistas solamente tienen la palestra, y si tú quieres entrar es muy difícil.

¿Cuál fue el aporte de “Yo soy” en estas circunstancias?

—“Yo soy” hizo que mucha gente con muchísimo talento en la música pueda saltar esas barreras que el prejuicio del mercado peruano había impuesto.

Incluso hay quienes han decidido probar suerte en el extranjero. ¿También te convocaron en “Yo soy” de otros países?

—Sí, pero considero que ya no es necesario. Yo hice una carrera con este homenaje al maestro Gustavo Cerati de manera internacional y creo que entrar a un concurso sería dar un paso atrás. Nosotros estamos consolidados dentro de este homenaje a nivel internacional. Nos conocen ya en todo Sudamérica porque la comunidad de fans de Soda y Gustavo Cerati es muy grande y está muy hermanada.

—¿Te probarías en otros programas, como “La voz Perú”?

—No entraría ya a hacer otra cosa más de este tipo porque mi interés en este momento es empezar a promover mi música. Si yo entro a un programa como “La voz Perú”, también terminaría cantando covers y ese no es mi objetivo.

¿Dejarás de cantar temas de Soda Stereo?

—No, porque a mí me apasiona tocar las de Gustavo. Todavía no he tocado todas sus canciones, todavía me faltan canciones por recorrer, discos por terminar. En el momento en el que yo empiece a dejar un poco el tema del show del maestro Gustavo Cerati, a lo que me voy a dedicar al 100% es a lo mío. No quiero cantar canciones de Luis Miguel ni de nadie más que no sean o bien las de Gustavo o bien las mías.

La comunidad de Cerati y Soda Stereo

¿Qué significa Cerati en tu vida y en tu carrera?

—Cerati, musicalmente, me parece un genio. Es una escuela musical porque yo no tuve la oportunidad de estudiar música, pero aprendí con él escuchando su música, su guitarra, su composición, su interpretación. Y, filosóficamente, me parece que es alguien que tiene un gran aporte, espiritualmente hablando. Entonces, me gusta mucho cultivar su música y cultivar sus canciones porque para mí es una experiencia muy espiritual.

¿Crees que los fans de Cerati son muy exigentes?

—Es un público bastante celoso y eso es bueno porque en realidad gracias a ese público —que es exigente— es que yo también me he ido perfeccionando. Tener críticas así de incisivas y fuertes hacia mi trabajo es lo que me ha ayudado a mí a perfeccionarlo.

¿Con qué tipos de comentarios te has topado?

—En un principio fueron muy fuertes. Eso me ayudó a formar mi carácter, a desarrollar mi personalidad y también a ver las cosas que no estaba haciendo bien. El crítico es más objetivo porque no te quiere; la persona que va a lanzarte un dardo es justamente aquel que no tiene ningún sentimiento positivo hacia ti y esa es la persona que va a ver tus defectos. En cambio, el que te quiere, por el cariño, dice ciertas cosas…

Miguel Samamé no quiere saber de programas concursos como "Yo soy" y "La voz Perú"

Su lado polémico

—En tus redes sociales también hablas de temas controvertidos, como la política. ¿Eso te ha generado que se te vayan seguidores?

—En realidad eso a mí no me importa mucho. Yo creo que en este mundo, cuando se cierra una puerta, se abren otras. Y alguien que se va es la invitación a que alguien llegue. Y de alguna manera uno asume un liderazgo en el mundo, que está dividido en muchos factores. Y el tratar de quedar bien con todos al final te vuelve una persona blanda, sin personalidad, sin carácter. Yo creo que nadie quiere a un artista que no tenga la capacidad de poder respaldar lo que dice, pararse delante de la gente y ser franco y honesto con lo que piensa. Creo que el líder siempre va a tener gente que lo quiere mucho y gente que no lo quiere. Y ese es el riesgo que uno debe estar dispuesto a correr.

—¿Te incomodan los malos comentarios hacia ti por tus ideas políticas?

—No me molesta el ser frontal con lo que pienso. Hay muchísima gente en el Perú, somos 33 millones de personas, de las cuales yo no necesito que todos me quieran por callar lo que yo pienso. A mí me interesa que me quieran 10.000, que me quieran 20.000, no me interesa que me quieran más. Entonces me siento feliz con la gente que pueda ir atrayendo hacia mi espectáculo, hacia mi música, hacia mi forma de pensar por ser quien soy y no por tratar de ser quien no soy.