Gonzalo Revoredo, actor peruano, cuenta detalles de su más reciente proyecto: vuelve al teatro con la obra 'Lovers'. El también conductor se une a Gian Piero Díaz, Rossana Fernández-Maldonado y Alexandra Graña para interpretar una comedia acerca de todas las etapas del amor que promete sacar la risa a más de uno. El artista conversó con La República para revelar cómo se dio su retorno al teatro, su perspectiva de la industria artística en el Perú y aprovechó, además, en aconsejar a aquellos amantes de la actuación que se muestran en la pantalla chica. Para ver la obra de teatro 'Lovers', las entradas están disponibles en la plataforma de Teleticket y se estrenará el próximo 17 de octubre.
—¿Cómo fue el contacto de la productora para ‘Lovers’ tras la salida de César Ritter?
—Creo que Pierito (Gian Piero Díaz) tuvo la muy buena intención de convocarme. Somos grandes amigos, desde hace más de 25 años que nos conocemos. Y a Gino (Tassara, director de la obra) me lo encuentro siempre, también somos muy amigos. Y no hubo duda al decirles que sí, porque, bueno, mis hijos ya están un poco más grandes y ya era mucho tiempo que no hacía teatro. Estuve muy dedicado a lo que es ‘Noche de patas’ y, de hecho, falta ese bichito que es sobre las tablas de este grupo humano que se reúne a ensayar, a probar y dar ideas. Entonces, no hubo duda alguna. Y, de hecho, me dio mucha pena que César no haya podido continuar, pero para mí es una gran oportunidad.
—Esta obra ha tenido mucho éxito en el extranjero. ¿Esperas el mismo resultado en Perú?
—Claro que sí. La obra es muy divertida. Incluso, aún no lo he posteado, pero hay videos de los ensayos que los estoy guardando porque hay momentos en donde hay ataques de risa, que son geniales y te hacen sentir vivo, que estás en el momento y en el lugar indicado. Eso se va a transmitir al público y por eso es que se van a divertir mucho.
—¿Cómo abordarán el tema de la separación o divorcio desde el lado de la comedia? ¿Tomarán tal vez anécdotas propias o de amigos?
—De amigos y de uno mismo. Las relaciones amorosas son un tema universal, y todos hemos pasado por varias etapas de ellas, definitivamente. Desde el enamorarse y ver a la persona que te gusta, ver que no era la indicada… Casarse, divorciarse, esta obra tiene todo. Hay el código universal en ‘Lovers’.
—Encima abordarlo desde la comedia…
—Sí, se ve el desamor y también se ve el amor en el sentido de comedia. Es como la vida, te trata como la tomes. Y, en este caso, el amor es el protagonista de esta obra de teatro.
Gonzalo Revoredo regresa al teatro con sus compañeros, a quienes conoce desde hace más de dos décadas. Foto: Gonzalo Revoredo
—Conocías a Gian Piero Díaz desde hace más de 20 años, ¿sucede lo mismo con Rossana Fernández-Maldonado y Alexandra Graña?
—Sí, claro. Somos prácticamente de la misma generación, aunque ellas son un poco más mayores que yo al igual que Piero. Pero hemos estado juntos una infinidad de veces.
—¿Y es la primera vez que trabajas con Gino Tassara?
—Con Gino sí, es la primera vez que trabajo. Ha habido oportunidades, pero no se han dado los tiempos en cine. En teatro, sí, es la primera vez.
—Mencionaste que ahora puedes participar en obras de teatro porque tus hijos están más grandes. ¿Sientes tal vez que hubo algún proyecto en que deseabas participar y no se pudo?
—El tema es aprovecharlos al máximo. Como ellos ya están un poco más grandes, ya puedo por ejemplo pedir a mi mamá que pueda quedarse un ratito con ellos cuando tengo ensayos. Esto me permite volver al teatro, volver a los ensayos, a las fechas pactadas. En las obras de teatro es bien difícil que puedas decir ‘oye, no puedo porque me pasó esto’. El compromiso en una obra de teatro es muy importante.
—Hablemos de ‘Noche de patas’. ¿Cómo describirías la experiencia del programa de televisión y de las giras a nivel nacional?
—Son dos códigos distintos, pero la misma esencia de la amistad. No solamente somos patas, también somos hermanos. Nos seguimos hablando y reuniéndonos. La diferencia es que de repente hubo algunos límites que no podíamos tocar. O no teníamos la facilidad de invitar a personas de otros canales por un contrato de exclusividad. En las giras podemos abusar de algunos invitados para que nos acompañen y disfrutar con ellos. Más que un trabajo, es una noche con tus amigos.
—¿Alguna región te ha dejado con una experiencia sobresaliente?
—De verdad, todas. Todas tienen su cosita. Recuerdo una experiencia, que fue en Arequipa, un público hermoso. Igual en Piura, Huancayo… Y mira, acabamos de estar en Piura hace unos días para un festival gastronómico, y nos recibieron increíble. Pero, si me quedara con alguna, sería Piura. Aunque Cusco también estuvo muy bonito. No te sabría decir, Chiclayo también estuvo paja.
—Si hablamos de ‘Noche de patas’, es imposible no reírse primero…
—(Risas) Sí, claro. Y mira que ahora ya no estamos haciendo funciones y tampoco estamos en televisión y la gente recuerda mucho el programa. Es algo que a nosotros nos da un mayor rango de querer abrazar a más gente. Tal vez presentarnos fuera del Perú o en alguna otra región del país. Es algo que todavía está en la mesa.
—Ya que la amistad de ustedes sobrepasa las pantallas y mencionas el deseo de presentarse en el extranjero, ¿estarían trabajando en ello?
—No te puedo contar (risas), pero va muy bien.
—A inicios de año confirmaste tu relación con Adriana Zubiate, ¿cómo va?
—Nosotros ya no estamos. Pero de mi vida personal no hablo.
—En redes sociales compartes tu proceso en el gimnasio. ¿Pensarías tal vez en dedicarte al fisicoculturismo?
—Jamás, es una disciplina en la que no encajo ni por un milímetro (risas) Mi proceso en el gimnasio lo inicié hace casi cuatro meses, 105 días sin parar. Pasa que tengo un proyecto, una serie, y este personaje, que es lo bonito de mi chamba, tiene que cambiar físicamente. Yo he sido deportista toda mi vida y en este momento estoy retomándolo.
—¿A qué deporte te dedicabas anteriormente?
—Yo jugaba básquet hasta los 18 años en selección. He ido a tres nacionales. Y, bueno, llegando a la universidad ya era un poco complicado distribuir mi tiempo entre la actuación, la universidad y el deporte.
—Y ahora lo has retomado, el deporte en general…
—El básquet no lo he dejado. Aún salgo a jugar con mis amigos. Lo que sí dejé fue el hacer ejercicio, por el tema del trabajo. Ahora constante y pa’ lante.
—¿En qué proyecto te gustaría trabajar?
—Creo que he cumplido, gracias a Dios, proyectos con los que había soñado. Pero definitivamente uno que tengo pendiente es una serie. Una serie que tenga el éxito que merece. Que sea, más que reconocida, que la gente la disfrute. Una serie de cualquier tipo, me gusta mucho la acción. Eso me gustaría. Por ejemplo, este programa de conversatorio con tus amigos también era un sueño, y eso fue ‘Noche de patas’. Mejor aún con amigos de lado.
—¿Y en el sentido de una productora?
—Sí, lo he intentado. He tenido una productora con un amigo y todavía no ha llegado a parir, como se dice, totalmente.
—¿Cómo describirías la industria artística en el país? En el sentido de cómo se tratan a los artistas…
—Hay un tema muy importante a nivel mundial que es la educación sobre el arte. De alguna manera, nosotros estamos atrasados en cuanto a otros países como Argentina. Yo viví en Argentina aproximadamente cuatro meses para una serie de Netflix y, literalmente, donde levantabas una piedra, había un actor. Donde abrías una puerta, había un teatro. O sea, es como que acá abren una sala de exposición y la promoción no llega a tanta gente. No hay manera de enseñarle a la gente que viendo la obra de tal persona, le va a ayudar a que su cerebro siga creando. Le puede ayudar muchísimo. Y falta bastante educación para eso.
Gonzalo expresó su entusiasmo por interpretar diversos personajes, y que está interesado en una producción de acción. Foto: Gonzalo Revoredo
—¿Cómo se vive la adversidad en esta profesión?
—La adversidad se vive todos los días. Más allá de la valoración, creo que es más un tema de exposición. Si los productores apoyaran eso, entonces aumenta el apoyo al artista.
—¿Cómo tomas desde tu posición que algunos influencers estén teniendo papeles importantes en series o películas?
—Mira, hay varias formas de aprender. Y, de todas las formas, llego a la conclusión que se debe empezar aprendiendo de las personas con las que trabajas. Como dijo Alberto Ísola: ‘en la cancha aprendes’. Lo más importante es la humildad. En mi caso, me acuerdo de que me interesó la actuación por un tema humanístico, me atrajo el poder vivir más de una vida. Transformarte en alguien que no eres.
—¿Cómo profundizarías el hecho que te haya atraído la actuación por un tema humanístico?
—Es cómo reaccionaría un personaje ante tal objetivo. Si voy a hacer el papel de un asesino en una obra, yo no voy a ir a matar a alguien y decir ‘esto es lo que se siente’. Se tiene que ir desde atrás, de dónde vengo, cuál es mi objetivo y por qué lo está haciendo. ¿Cómo siente un asesino? ¿Qué siente un ladrón? ¿Qué siente una persona que tiene todo y a la vez nada? Tienes que creértelo. Es increíble. Es humano.