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¿Qué fue de la Princesita de Yungay y cuál es la verdadera ascendencia de esta cantante folclórica?

¿Coreana, japonesa o china? La Princesita de Yungay es quizás la única cantante folclórica de ascendencia asiática.

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Princesita de Yungay nació el 30 de mayo de 1938. Foto: composición LR/Princesita de Yungay/Facebook

Princesita de Yungay es una de las estrellas de la música andina de antaño que aún permanece vigente. Con más de 60 décadas de vida artística, sus huainos “Todo se puede olvidar”, “El obrero” y “Pastorcito” —por citar algunos— acumulan miles de reproducciones en plataformas como Spotify. En 2010, recibió de manos del entonces presidente del Congreso, César Zumaeta Flores, la medalla de honor del Parlamento Nacional por su labor de difusión del folclor del Perú, aunque curiosamente la artista tenga otra ascendencia.

¿Cuál es la verdadera ascendencia de la Princesita de Yungay?

La Princesita de Yungay tiene ascendencia japonesa. Su nombre real es Angélica Harada Vásquez. Nació el 30 de mayo de 1938 en la campiña de Shacsha (Yungay, Ancash). Su madre fue doña Juana Vásquez Bonilla y su padre, Mitsujo Harada Harada, un japonés que llegó a Perú y se quedó a trabajar en una hacienda en Trapiche (Canta, Lima). La cantante folclórica recién lo llegó a conocer a la edad de 13 años.

“Mi mamá tenía su fonda en Trapiche. Allí se conocieron. Allí salió el romance y nací yo. Pero mi madre se fue a Yungay a dar a luz a su pueblo y mi padre se quedó”, contó al portal Sumaq.

Princesita de Yungay cuando era joven. Foto: Andina

¿Qué fue de la Princesita de Yungay?

A diferencia de la historia de otros artistas del género, la Princesita de Yungay no proviene de una familia musical o dedicada al arte. Su interés inicial fue la música criolla y las rancheras mexicanas. No fue después de estar casada con Demetrio Meza y tener dos hijos que llega a Lima a la casa de su hermano Tomás y su esposa Hilda Torres, quienes la incentivan a participar en un concurso: “Escalera del triunfo”, del canal 13 (hoy Panamericana Televisión). Quedó en cuarto lugar y eso la motivó a estudiar canto. 

Para ese entonces, se aficionó a la música folclórica y, en especial, al de la cantautora andina Pastorita Huaracina. “Entonces, mi cuñada me dijo: ‘Tú tienes bonita voz, puedes cantar huayno’. Yo tenía un poquito de recelo, pues decía: ‘¿Qué va a aceptar el público a esta japonesa que se mete a cantar huaino’. Pero no fue así. Ensayé un año y, cuando salí, salí con éxito. Decían: ‘La única japonesa que canta con alma de chola’”, recordó al portal Descubra a los Nikkei.

La Princesita de Yungay logró cumplir su sueño de cantar junto a Pastorita Huaracina el tema “El amor y las naranjas”. Cabe mencionar que, antes de ser llamada artista folclórica, rindió un examen ante 12 jurados en el Instituto Nacional de Cultura (INC). En dicha evaluación, se determinó cuál sería su nombre artístico.

“Para actuar en los coliseos teníamos que tener nuestro carné, un permiso del INC. (…) Nos pedían cuatro seudónimos, 16 canciones. Uno decía: ‘Cántese esta canción’. No sabíamos de las 16 canciones cuál nos iba a tocar”, explicó.

“Yo quise cantar con mi propio nombre, Angélica Harada de Yungay. No me aceptaron. Y ellos me pusieron Princesa de Huandoy. Dije: ‘No, yo quiero representar a mi provincia, Yungay’. Entonces, me acerqué a hablar con el doctor Gálvez Saavedra, él era el capitán del jurado. Le dije: ‘Huandoy es de Caraz, yo quiero ser de Yungay’. ‘Ah, ya pues, entonces serás Princesita de Yungay”. Y ahí salió, pero no pensé que iban a transcurrir tantos años con Princesita. Ya colgaré mis polleras con ese seudónimo, ya no se puede cambiar”, comentó. 

En la actualidad, la Princesita de Yungay tiene 85 años y sus presentaciones en público son cada vez más espaciadas. La más reciente fue en abril como invitada de Amanda Portales a su gala Fiesta Andina, junto a los folclóricos Jhonny del Perú, Nancy Manchego, Julia Ilanes, Ronald Contreras y Víctor Estrada.

Por otro lado, la Princesita de Yungay se mantiene conectada con sus seguidores a través de su programa sabatino “Brisas andinas del Perú”, que se transmite vía Facebook y en el que continúa su labor de difusora de la música folclórica.