La cantante criolla Lucila Campos luce muy afectada de salud y sin muchas fuerzas para hablar. A sus 73 años, debe arreglar las cuentas con su pasado y recuperar, ahora que más lo necesita, más de 35 mil soles que le robaron en dos hechos delictivos. “Quiero que se me haga justicia. Esos desgraciados deben devolver lo que me pertenece”, exige Lucila, que actualmente atraviesa una infección estomacal y fiebres altas que le impiden descansar con tranquilidad. Ella parece divagar pero recuerda que hace 13 años fue víctima de dos delitos que quedaron impunes. El primer caso fue una estafa hipotecaria que le hicieron luego de comprar una casa en Lince, a 31,500 dólares. “Mi mamá le compró una casa hipotecada a una amiga pero esta la engañó y con su abogado Guillermo Huamaní Bustamante (70) hicieron un falso levantamiento de hipoteca. Recuperamos una parte del monto y ese abogado se comprometió luego a pagar la deuda, pero a la fecha nos debe 9,500 dólares”, contó su hija Zoila, que exige a Huamaní dar la cara. La otra estafa hacia Lucila ocurrió en 1999. La criolla relató que Arturo Calderón Reyes, un mal amigo de Zoila, le vació 12 mil soles de su cuenta bancaria. “Un día me acompañó al cajero automático y obtuvo el código secreto de la tarjeta de mi mamá”, recordó Zoila. Diabetes se le complica La cantante atraviesa un drama en su casa, donde vive postrada en una cama clínica. “Ya no puede caminar, encima sus amigos no la visitan, peor, se deprime por su dinero, que ahora necesita más que nunca”, indicó su hija. (Con información de elpopular.com.pe)