Susy Díaz, conocida figura pública y excongresista peruana, vivió momentos de angustia tras recuperar su departamento en La Molina, el cual había sido ocupado por una mujer apodada 'vecina del 303' durante 20 años sin pagar alquiler. La alegría inicial por la recuperación de la propiedad se vio empañada por el estado lamentable en que se encontraba el inmueble y las circunstancias alrededor de su ocupación.
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El departamento, que debía ser motivo de celebración, resultó ser una pesadilla para Susy Díaz. Al ingresar al inmueble, la excongresista se encontró con puertas, paredes y techos dañados, y un olor desagradable impregnando el lugar. Además, halló objetos que parecían haber sido utilizados para prácticas de magia negra. La situación la dejó en estado de shock y la llevó a expresar su angustia a la prensa presente.
"Dios mío todo poderoso, cuídame con tu manto, protégeme de robos, asaltos, brujerías. Nada me va pasar, con Dios estoy adelante, con Dios estoy atrás, con Dios estoy a la derecha, con Dios estoy a la izquierda", recitó la rubia excongresista visiblemente afectada.
Paloma de la Guaracha, amiga de Susy Díaz y actual inquilina del edificio, confirmó que las prácticas de brujería afectaban a todos los vecinos. Según de la personalidad de la farándula, siempre se sintió una mala vibra y energía en el lugar debido a las acciones de la mujer que ocupaba el departamento.
Pese a la victoria legal, Susy Díaz ha decidido no continuar con el proceso para recuperar los 500 dólares mensuales de alquiler no pagados durante 20 años. La excongresista se encuentra más preocupada por las posibles consecuencias de las prácticas de brujería que la inquilina habría realizado para generar conflictos entre ella y su hija Florcita.
"Voy a llamar al 'Chamán de la leche' porque tiene que descosar todas esas espadas que ha visto. Antes de que se construyera el departamento, yo tiré un preparado y el maestro me dijo 'cualquier cosa que te deseen los inquilinos se te va a regresar mil veces. Todo lo que me están echando no me llega nada, me da pena porque Paloma de la Guaracha que vive al costado estaba enferma (...) Ella me dijo que en el tercer piso echaba unas cosas de brujería que todos se peleaban", expresó la rubia animadora.