El término vedette, originario de Francia, se refiere a una artista femenina que lidera un espectáculo variado, en el que no solo se dedica al baile, sino también canta y actúa. En Perú, varias figuras cautivaron a la audiencia televisiva con sus shows y coreografías elaboradas, respaldadas por un talentoso elenco. Monique Pardo, Susy Díaz y Gisela Valcárcel son algunas de las más reconocidas.
No obstante, una figura se destaca como la precursora, aunque no haya incursionado directamente en el vedetismo. Esta pionera abrió camino en la televisión años antes que las mencionadas y allanó el terreno para su éxito. A continuación, te contamos de quién se trata.
Antes de las icónicas vedettes de la televisión, las rumberas de los años 50 y 60, como Betty Di Roma y Mara, eran las reinas del espectáculo. Influenciadas por las bailarinas mexicanas, estas artistas marcaron una era. Entre ellas, Teresa Dávila se destacó en los café-teatros limeños, convirtiéndose en un ícono para las aspirantes a vedettes que anhelaban el mundo de las plumas y lentejuelas.
La seducción y gracia de Teresa Dávila la llevaron a la televisión peruana en el programa 'Aquí está la juventud' del canal 7. Su talento para el baile y la actuación la consolidó como una de las primeras vedettes en incursionar en la pantalla chica y abrió puertas para futuras generaciones. Posteriormente, fue la protagonista de 'La gran revista' en 1974, emitido por Panamericana Televisión.
El talento de Teresa Dávila la llevó a la televisión peruana. Foto: difusión
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La sorprendente relación entre Teresa Dávila y Monique Pardo se remonta a la película 'La Belle Vie' de Jeff Musso. En esa cinta Monique conoció a la gran vedette peruana y comenzó a trabajar en el coro del lujoso Sky Room del Hotel Crillón. Su conexión se fortaleció, llevándolas al teatro Arequipa para participar en la revista.
Además, el nombre artístico de Monique Pardo proviene de la inspiración conjunta de Pepe Villar y Teresa Dávila, quienes se basaron en una bailarina francesa llamada Monique Laforet. Este peculiar encuentro marcó el inicio de la carrera televisiva de Monique Pardo, quien más tarde incursionaría en el canto y se convertiría en una figura mediática reconocida en la actualidad.