“El Tribunal Constitucional tuvo mucha sensibilidad para ver el fondo y no el ruido mediático”, dice Ricardo Morán sobre el fallo a favor de la inscripción de sus hijos como peruanos. “Ha habido mucho ruido alrededor de esta lucha que, de alguna forma, ha distraído lo que era la controversia: hay dos niños cuyos derechos fundamentales no estaban siendo reconocidos por el Estado”.
Sin embargo, un magistrado votó en contra y, como sus críticos, le pedía vivir en Estados Unidos. “Prefiero concentrarme en el voto mayoritario. Creo que las otras cosas están ceñidas de opiniones que tienen que ver con la gestación subrogada, que no fue lo que se pidió. Los otros debates los pueden tener al infinito”.
En palabras de la vicepresidenta del TC, Luz Pacheco, a RPP: “Una de las metas en el tribunal es evitar cualquier discriminación injusta”. En ese caso, si una madre puede inscribir a sus hijos sola, también podría hacer lo mismo el padre. Morán coincide en que la palabra “discriminación” significa bastante en Perú, sobre todo porque es un precedente. “Tengo el deseo de que lo que ha ocurrido alrededor de esta sentencia traiga cosas buenas para muchas otras personas que tienen proyectos de vida recortados por la falta de dinamismo de la ley y de nuestras entidades del Estado. Pero yo no empecé este proceso como activista. La ley sigue estando ahí —espero que algún día se arregle— si alguien quiere inscribir a su hijo y no hay una madre presente, va a tener que pelearla”.
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En lo personal, el productor dice que aprendió en estos años viajando con sus hijos, ya que solo podían ingresar al país como turistas. “En primer lugar, empatizo con la lucha de las madres peruanas por sacar adelante a sus hijos, en las familias que los padres abandonaron. En segundo lugar, empatizo enormemente ahora con las personas que viven una batalla legal. Lo de nosotros ha sido un trámite de inscripción y ha tardado casi cinco años. Reconozco mi privilegio, tengo un abogado, hay gente que no tiene uno. Todo el mundo está viviendo una batalla de la que uno no sabe nada, hay que entender y ser solidarios”.
El también activista por los derechos LGTBQ dice que “en esta historia no hay villanos” —el Reniec lo “llamó de inmediato”—, pero podría haber quienes esperan que él continúe otras “luchas” en el Congreso. “Lo conté en mi libro, estuve a punto de postular al Congreso, pero lo pensé mejor y no lo hice. Mi aporte como figura pública rinde más, de congresista no podría hacer cosas como esta”.
Luego del shock, Morán dice que podría pensar en un proyecto artístico sobre lo vivido. En cuanto a leyes, por estos días, apoya también la lucha de los cineastas. “Las expresiones artísticas crean identidad y avance social para los ciudadanos y sobre cómo es visto el país afuera. Por eso, es importante que el arte tenga apoyo contundente del Estado. Cualquier intento de recortar eso es atacar nuestra imagen nacional e internacional”.