La exestrella de Disney Dove Cameron (‘Liv and Maddie’ y Descendants) continúa en la segunda temporada de ‘Schmigadoon!’ (Schmicago) por Apple TV + y, al igual que sus compañeros de elenco, esta vez con un nuevo personaje. “Lo genial de una antología como esta es que ya has creado la comunidad, la seguridad, el espacio con las personas que trabajas. Todas te apoyan, están un poco enamoradas y es un maravilloso espacio de donde vas a sacar un mejor trabajo, porque todas regresan con este campamento base, y sí, cambiamos de roles todo el tiempo, pero trabajar con las mismas personas suma a la performance, te recompensa mucho”, dice.
Sobre su nuevo rol en la serie musical, revela que comparte muchas cosas con Jenny, su personaje. “Este arco de ocultar dolores, traumas, detrás del brillo y la máscara, y también esa perpetua energía. Creo que su habilidad para conectar con las personas es algo que yo tengo. Definitivamente, es muy amigable, física, es como una persona a la que le gusta comunicarse, abrazar, eso es tan yo, me enamoro de las personas inmediatamente. También creo que la manera en la que carga su pena y cómo la dobla y la toma como añoranza para amar a las personas… Es una persona vulnerable y eso es algo que yo también tengo”, expresa.
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Dove asegura que para ella fue un placer trabajar sobre los musicales de los años 60 y 70. “Estos son musicales que amamos y con los que estamos más familiarizados; incluso en los descansos los escuchábamos. Y, si tuviera que elegir un musical favorito de esa época, sería Cabaret o Sweet tooth”, asegura. No obstante, trabajar en ‘Schmigadoon!’, ha sido retador para ella. “Mi número caput en el primer episodio fue muy retador para mí, estaba muy nerviosa con eso. No soy una persona que hace de sexy tan seguido y que tampoco baila muy seguido, y tampoco me considero como estas mujeres a las que vi mientras crecía como Liza Minnelli o Catherine Zeta Jones”, comenta.
Para Dove Cameron, ‘Schmigadoon!’ es una historia que tiene “un mensaje sencillo y bello que resuena en todos” porque “parece que te está entreteniendo, pero al final te explota la cabeza sobre qué tan relevante es, porque toca cosas muy propias del ser humano que nos conectan a todos. Me encantan los finales intensos emocionalmente, que abordan traumas y pérdidas, y tuve que hacer mucho trabajo en creer en los comienzos.
De hecho, una de mis escenas favoritas es la que dice: ‘El mundo terminó para mí muchas veces y he empezado otra vez en la mañana’. Y he tenido muchas experiencias que me han dicho ‘así es’, y al final no puedo sobrevivir más de esto, y al día siguiente el sol sale. Creo que es la perseverancia del ser humano, es la razón por la que estamos aquí y el mundo gira”.