El cantautor cubano Pablo Milanés cumplió 78 años con varios proyectos musicales y una nueva gira a puertas, tal y como lo revela en esta entrevista con el diario ABC.
¿La coyuntura social tan afectada por la pandemia le genera sensaciones especiales?
Son sensaciones encontradas: por un lado, está la necesidad de trabajar de los artistas, de poder tener un mínimo de ocio cultural y, por otro lado, el obligado control de la pandemia. Los conciertos son seguros, y no lo digo porque sea músico, no se trata de una frase hecha de nuestro gremio, sino una realidad: la cultura es segura y necesaria y creo que se debe trabajar porque conviva en esta situación al igual que otras actividades básicas.
Este año empieza una nueva etapa con Universal. ¿Qué objetivos se plantea con esta alianza? Creo que en el 2021 quiere lanzar dos trabajos, uno en inglés que reúne clásicos del jazz americano y otro solo a guitarra. ¿Es así?
Sí, en estos momentos he iniciado una etapa nueva con Universal España para promover mi catálogo de canciones, desde las primeras hasta las más recientes. Y entre esas novedades está prevista la presentación a nivel global de un disco de standards de jazz que grabé hace un par de años.
¿Ha llegado a temer por el fin de la música en vivo?
Creo que actualmente hay muchísimas vías para escuchar música, y eso es un gran logro y un lujo, aunque no siempre se escuche la mejor, pero creo que eso no ha afectado al hecho de ver y sentir la música en directo, que es fundamental, tanto para los que hacemos música como para el público que la consume. Es necesaria esa comunión que hay entre el artista y su público en los conciertos en directo. En cuanto se controle la pandemia puede incluso que haya más conciertos que antes.
Bob Dylan y Shakira han vendido los derechos de todo su repertorio a una multinacional y a un fondo de inversión, respectivamente, ¿se plantearía hacer lo mismo?
Yo soy pobre, y por nada del mundo vendería mi obra.
Morrison, Bunbury, Miguel Bosé y otros artistas están expresando su desconfianza por la gestión de la pandemia, criticando la “pérdida de libertad” a la que nos “someten” los gobiernos. ¿Qué piensa de esas posturas?
En general, todos los gobiernos han hecho una gestión mala o insuficiente, pero de ahí a que esta realidad no exista o no haya que afrontarla es una barbaridad pensarlo. Sobre la falta de libertad que ellos expresan se puede decir que ha existido, pero creo que solo en los momentos de confinamiento, en esas circunstancias sí se ha tenido una falta de libertad, ir más allá creo que son posturas que no ayudan.
Tras la muerte de Armando Manzanero, ¿qué le pareció que en las redes sociales surgiera una campaña de descrédito por su presunto machismo?
Creo que Manzanero fue una gloria de la música universal y yo sería incapaz de juzgar cuestiones personales, mucho más después de muerto.
Siempre ha sido muy crítico con el reguetón, pero ¿no estaremos cometiendo el mismo error que Frank Sinatra cuando dijo que el rock ‘n’ roll era una música “vulgar, ofensiva y de baja calidad”?
El rock ‘n’ roll en primer lugar era un género que descendía del blues y se nota fácilmente, y por lo tanto es música y es válida y con el tiempo se fue haciendo mucho más seria y comprometida con el trabajo musical de fondo. El reguetón no tiene antecedentes porque no es música, no tiene antecedentes porque no es ritmo, no tiene antecedentes porque mucho menos es texto, todo me parece que es muy decadente y por eso lo critico.
Suscríbete aquí al boletín Espectáculos La República y recibe de lunes a sábado en tu correo electrónico las noticias más resaltantes del entretenimiento nacional e internacional, así como los temas que son tendencia en las redes sociales.