El actor cómico Rodolfo Carrión, quien está alejado de El wasap de JB por encontrarse dentro de la población de riesgo por la COVID-19, no pierde la comunicación con sus compañeros del programa producido por Jorge Benavides.
Así lo reveló el recordado ‘Felpudini’ en conversación con el diario La República. El actor cómico, quien está pronto a cumplir 50 años de carrera artística, dijo sentirse con mucha vitalidad y espera el fin de la pandemia para volver a las pantallas.
Durante la charla, recordó anécdotas con otros destacados humoristas. También expresó su lamento por no poder estar al lado de Carlos Vílchez, Danny Rosales, ‘Dayanita’, Gabriela Serpa, Fátima Segovia, y el resto del elenco del programa humorístico.
¿Cómo está pasando estos días, ahora que está alejado de El wasap de JB?
Realmente es una pena porque, tú sabes, un actor ama lo que hace. Es muy doloroso que, por estas circunstancias, no puedas seguir trabajando. El actor también tiene necesidades. Tengo una envidia sana por todos mis compañeros.
¿Habrá alguna forma de verlo en las pantallas? ¿Han buscado soluciones con Jorge Benavides?
Lo conversamos mucho. Pero el tema es que, al hacer el trabajo por Zoom y ellos estando en vivo, ralentiza el ritmo del espectáculo. No es viable. Pero siempre estamos en contacto. Estoy agradecido con Jorge (Benavides) porque en el programa todo el mundo me quiere. Los extraño muchísimo...
Está pronto a cumplir 50 años de carrera artística…
Así es. Yo me inicié en 72 haciendo teatro. A la fecha tengo ya 49 años de carrera artística.
Usted formó parte del grupo de teatro Histrión, a la que llamó en una ocasión “la fábrica de actores más grande de Perú” ¿A quiénes recuerda de estos artistas?
Todos, a pesar de que ya se han ido de este planeta, están en mi corazón. Carlos, Pepe y Mario Velásquez ‘Achicoria’, el gran maestro de maestros Ernesto Ráez Mendiola, Carlos Gassols, entre otros. A todos los llevo en mi corazón.
En retrospectiva, ¿Cómo ves ese contraste con la comicidad de antes, como en Risas y salsa, con los de ahora?
El planteamiento de Risas y salsa era básicamente de actores comediantes, donde los personajes los descubrías, los ibas creando. Y después, la imitación era una parte pequeña. Pero por el devenir del tiempo, la imitación se hizo sólida. Mis respetos y admiración porque hay gente buenísima para eso. Pero la diferencia básica es que Risas y salsa, fundamentalmente, estaba basada en comedias tipos sketch.
Ahora no ha visto algo parecido...
Hay actores e imitadores que lo manejan muy bien, como Jorge Benavides. Él puede desarrollarse tanto en un sketch como en la imitación. Yo creo que todos los aportes de Risas y salsa están incluidos en los programas cómicos actuales.
¿Cree que se han perdido las ideas en llevar una buena historia en los sketchs?
Todo movimiento cultural y artístico está basado de acuerdo a la coyuntura política y social. Lo más importante ahora es destacar lo que pasa en los noticieros. Antes el libretista armaba el espectáculo. Ahora lo hace el periódico. Estamos más ligados a eso.
¿No le incomoda que le recuerden más como ‘Felpudini’? ¿Qué significó para usted ese personaje?
El personaje ‘Felpudini’ es uno de los muchos que hice. Por la coyuntura tuvo mucha popularidad y quedó perennemente en los hogares. Es una tremenda felicidad el haber hecho este personaje. También te digo que fue una cárcel. Ha sido difícil desligarse de él. Una cosa buena, a veces, trae algo complicado.
¿A quién consideraba ser un grande de la comicidad antes y quién puede ser un digno representante ahora?
Ahora el más destacado, y no porque esté trabajando con él, es Jorge Benavides. Es quien ha desarrollado más sus imitaciones con su capacidad de comediante.
¿Y en las épocas de Risas y salsa?
Indudablemente, Adolfo Chuiman. Pero te digo lo que le dio toda esa capacidad fue Histrión. Porque conjuntamente hemos hecho 10 años de teatro continuo. ‘Enrique IV’, ‘La cocina de los ángeles’, ‘Orquesta de señoritas’, etc. Estuvimos un año de cartelera continua. Él es el comediante más trascendental.
¿No piensa dejar la televisión y los escenarios, pese a la pandemia?
El actor muere en el escenario, no hay otra posibilidad. Tengo casi 50 años de carrera, nunca en la vida hice otro oficio. No me veo en otro sitio si no es en el escenario. Hasta donde las fuerzas me dé. Este ‘pechito’ aún respira fuerte.
Risas y salsa fue uno de los programas cómicos más vistos de la TV peruana. Uno de los ‘sketch’ más recordados es, sin duda, ‘El jefecito’.
Allí, Analí Cabrera interpretaba a ‘Chelita', Antonio Salim al ‘Jefecito’ y Rodolfo Carrión como ‘Felpudini’.
Iniciada la pandemia del coronavirus, el actor Rodolfo Carrión dejó de aparecer en El wasap de JB. En una entrevista a Jorge Benavides, declaró que fue se tomó la decisión para evitar exponerlo a la enfermedad.
“Desde que empezó la pandemia, ‘Felpudini’ (Rodolfo Carrión) no ha grabado ni un solo capítulo porque es una persona de alto riesgo", dijo el actor cómico a El Comercio.
A finales del 2018, el humorista Rodolfo Carrión se convirtió en tendencia al ser seleccionado como imagen de un servicio de telefonía, utilizando una de sus más famosas caracterizaciones y las frases: “Me quema, me quema el chisme...'”
“Ha sido divertido grabar el comercial para Entel. Cuando me lo propusieron le dije a Jorge (Benavides) que en el spot iba a estar caracterizado de Robin, como en el sketch que hacemos en ‘El wasap de JB’ y me dijo: ‘dale’”, contó el actor cómico.
Rodolfo Carrión y Analí Cabrera, actores que daban vida a los famosos personajes “Felpudini” y “Chelita”, del programa Risas y salsa, se casaron el 25 de junio de 1982 tras un discreto romance.
Los padrinos fueron Mabel Duclós y el empresario artístico Johel Heredia. Parte del elenco del sintonizado programa también estuvo presente en la unión, entre ellos, llamó la atención la asistencia del actor cómico Antonio Salim, “El jefecito”.
“La gente se confundía, pensaba que el matrimonio que habíamos tenido era parte de la publicidad, una estrategia de márketing o algo así, pero no, estábamos de verdad casados”, declaró Analí Cabrera sobre su boda.
Cinco años después el romance se terminó y llegó el divorcio. Sin embargo, ambos continuaron siendo amigos hasta la muerte de la recordada vedette, en 2011.
El artista Rodolfo Carrión nació en Anta, en Carhuaz, pero asegura que creció en Huaraz. “Me encanta Huaraz, desde la primaria en el colegio La Libertad y la secundaria en el (colegio) Mariscal Luzuriaga, ahí están mis amigos, donde hacíamos literatura, poesía, teatro, ahí se formó el grupo teatral Farol 20, los partidos de fútbol, las actuaciones, mis profesores…”, comentó durante una entrevista con Prensa ancashina.
Además, narró que cuando era pequeño nunca tuvo problemas de conducta y solía ayudar a su papá en su zapatería. “Mi papá era zapatero, de la zapatería Chimpum Callao, que confeccionaba chimpunes y botas grandes, y mi mamá era ama de casa. Éramos siete hermanos de los cuales quedamos vivos tres, yo era el cuarto. Recuerdo que yo era fastidioso y me castigaban, pero los castigos no fueron físicos sino con restricciones”, añadió.
En más de una entrevista, el cómico Rodolfo Carrión ha narrado cómo vivió el terremoto ocurrido en Áncash, hace 50 años. El popular “Felpudini” aseguró que se estaba duchando cuando inició el movimiento sísmico y sin darse cuenta, salió a las calles corriendo desnudo. “Yo no me di cuenta de que estaba desnudo hasta después de varias horas”, contó.
“Es un shock terrible, ves el mundo volteado, caminando sin zapatos, la gente estaba enterrada y se escuchaban los murmullos”, agregó.
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