Freddie Mercury y Peter Freestone se conocieron cuando el vocalista de Queen dio un concierto en el Royal Ballet. Tuvieron una química impresionante y no solo llegó a trabajar para él, también se convirtió en su mejor amigo.
En una entrevista para la revista “Express”, Peter Freestone confesó el amor que sentía Freddie Mercury por la cocaína que según él, inhalaba con frecuencia pero en solitario: “Nunca ostentó de ello en público ni llamó la atención”.
Al principio sintió que no era una adicción ya que el cantante no lo consumía diario: “No era todos los días. Quizá cuatro días a la semana. Freddie era de los que se dejaba algo para el día siguiente. No se lo tomaba todo de una sentada y luego iba por más”.
Freddie Mercury y Peter Freestone
Peter Freestone recuerda que al líder de Queen le gustaba las excentricidades y se encargaba de proveerle la droga a Mercury: “Es una leyenda del rock-and-roll, pero nunca ha habido enano que se pasearan por las fiestas con cuencos llenos de cocaína sobre la cabeza”.
Sin embargo, asegura que a pesar de que eso haya sido mentira no quiere decir que Freddie Mercury no consumía, al contrario, todos lo sabían hasta las autoridades: “La policía de Kensington sabía que Freddie se metía cocaína, pero no les importaba”.
Al cantante le era fácil conseguir estupefacientes en Londres de una manera sencilla pero cuando iban a Nueva York, la cosa se complicaba:
“En NY se lo habían montado como un negocio. Llegabas a un sitio y había gente esperando. Te ponías a la cola y esperabas tu turno. La puerta se abría y cada vez que salía una persona entraba otra. En el interior, sobre una mesa, había una caja de herramientas metálica abierta con distintas drogas en cada compartimento. Yo compraba lo que quería Freddie, pagaba y me iba”.
Para acabar con la entrevista, Peter Freestone confesó cómo se sintió cuando Freddie Mercury anunció en un comunicado de prensa que tenía SIDA:
Freddie Mercury y Peter Freestone
“Hacía años que no había visto a Freddie Mercury tan relajado. Ya no había secretos, ya no tenía que esconderse. Él era consciente de que debía hacer público ese comunicado, pues de otro modo haría pensar que, para él, el SIDA era algo sucio que debía ocultarse bajo la alfombra”.
“Para los fans, soy una de las últimas personas que estuvieron con él. Me estrechan la mano y yo les digo que me las he lavado desde entonces. Y yo sé mejor que nadie la gran estrella que era”, finalizó Peter Freestone con voz temblorosa.