Han pasado 50 años desde que se materializó uno de los capítulos más importantes de la atmósfera musical: Woodstock de 1969. El mítico concierto no solo es recordado por congregar en un solo lugar a músicos de alto calibre como Bob Dylan, Jimi Hendrix y Carlos Santana, entre otros, sino también por ser uno los festivales más multitudinarios que se haya contemplado.
Los precursores del Festival de Woodstock, que se celebró del 15 al 18 de agosto de 1969 en Bethel (Nueva York), sólo aspiraban a contar con 60 mil espectadores, sin imaginar, que esa cantidad se excedería en 340 mil asistentes. Es decir, al final, un total de 400 mil fanáticos abarrotaron los derredores del concierto después, por supuesto, de pagar US$18 por cada entrada.
El Festival de Woodstock de 1969 fue la traducción de una época marcada por la ola hippie. Por eso, en la tarima se presentaron a varios artistas alineados con la movida cultural. Bob Dylan, Joe Cocker, Janis Joplin, The Who, entre otros, pusieron el toque musical al inmortal concierto.
La magnitud del Festival fue tan contagiosa que el director de cine Michael Wadleigh transformó al concierto en un largometraje para la pantalla grande. Woodstock fue el nombre de la cinta que elaboró junto al apoyo de Martín Scorsese logrando, al final, el premio Oscar al mejor documental de 1970.
A pesar que se intentó imitar al Festival Woodstock original en cuatro ocasiones (1979, 1989, 1994, 1999), nunca se pudo repetir la trascendencia del concierto de los años hippie.