La muerte, como si fuera un cliché, ha sido atraída por distintas celebridades de la música mediante la misma fórmula: el exceso. Amy Winehouse, por ejemplo, quien murió tras la ingesta desaforada de alcohol el 23 de julio de 2011, solo fue una réplica de incontables casos similares que dejaron al mundo en un profundo silencio.
Han pasado ocho años y la nostalgia sigue vigente. Un día como hoy la famosa cantante del soul, Amy Winehouse, quien estaba en el auge de su carrera, había sido encontrada sin vida en el interior de su habitación en Camden, Londres (Inglaterra). En la sangre de la solista se habían descubierto 416 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre, lo cual, había condenado su existencia a una muerte súbita.
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La intérprete británica, Amy Winehouse, de tan solo 27 años, se inmortalizó no solo por su talento musical, sino también porque su prematura muerte la convirtió en la segunda mujer en integrar el Club de los 27. La primera fémina en caer en la lista de ese privilegiado y fatídico grupo fue Janis Joplin.
La vida de Janis Joplin, marcada por la tragedia, tuvo un desenlace idéntico al que padeció Amy Winehouse. El 4 de octubre de 1970, la cantante de rock y blues, Janis Joplin, cuando estaba en su apogeo musical, se había ausentado a una grabación. El manager de la intérprete fue a buscarla en el hotel de los Ángeles (Estados Unidos) en el que se hospedaba, sin imaginar, lo que encontraría. La solista de 27 años yacía sin vida en el suelo tras haberse inyectado heroína que bordeaba el 70% de pureza.
Los excesos también nos dejaron sin la reina del jazz. Una cirrosis hepática, producida por interminables noches de alcohol y heroína, se llevó el 17 de julio de 1959 a Billie Holiday cuando se encontraba en la cama de un hospital de Nueva York (Estados Unidos), lugar donde estaba bajo custodia policial por posesión de heroína.
La reconocida cantante, Whitney Houston, autora de la legendaria I will Always Love You, perdió la vida el 11 de febrero del 2012. Uno de los asistentes del hotel donde se hospedaba en Los Ángeles (Estados Unidos), encontró a la solista boca abajo en la bañera con evidentes síntomas de asfixia. Según la autopsia, había consumido cocaína y estuvo sola cerca de una hora. Además, se descubrió restos de marihuana, xanax, flexeril y benadryl.
Los antecedentes y el trágico final de la cantante californiana impactaron en el mundo. Judee Sill, autora de la canción The Kiss, había sufrido una infancia tormentosa: tuvo padres alcohólicos, un padrastro - también - adicto al alcohol y un novio vendedor de LSD que se ahogó. Aparentemente, la solista no pudo enfrentar tantos capítulos dolorosos y un 23 de noviembre de 1979 murió víctima de una sobredosis de cocaina y codeína.
En una habitación de Detroit (Estados Unidos), la cantante de jazz y blues, Dinah Washington, quien tan solo tenía 39 años, murió después de consumir una mezcla de tranquilizantes y alcohol.
La cantante, Judy Garland, quien fue más conocida por ser la actriz que encarnó a la niña de El Mago de Oz, fue encontrada sin vida en su apartamento de Londres (Inglaterra) un domingo 22 de junio de 1969. La razón: sobredosis por la ingesta de barbitúricos. A pesar que luchó hasta los 47 años contra su adicción, no pudo vencerla.
En un hospital de California (Estados Unidos), en 1984, una insuficiencia renal y hepática acabó con la vida de la cantante Esther Phillips, quien era reconocida por su habilidad para cantar en distintos géneros como el jazz, blues, country, pop y soul. El abuso desenfrenado de drogas había sido la causante de la fulminante enfermedad.
La cantante se había convertido en un símbolo del anti-apartheid en su país natal, Sudáfrica. Lamentablemente, no pudo renunciar a su adicción a las drogas y el 26 de abril de 2004, con 40 años encima, cayó en un coma por una sobredosis de cocaína. Solo dos semanas después, el 9 de mayo, murió tan solo días después de ser visitada por el filántropo Nelson Mandela.
Amy Winehouse subió por última vez a un escenario el 18 de junio de 2011 en Belgrado, Serbia. La cantante, en evidente estado de ebriedad, estuvo tambaleándose sin poder pronunciar bien las letras de sus canciones, el show fue cancelado porque la gente lanzó abucheos y chiflidos.
Nadie podía creer que alguien la había dejado subir a cantar en ese estado, en el que nadie sabía si estaba muy ebria, muy drogada o ambas.
En el año 2005, la cantante cponoció a Blake Fielder-Civil, asistente de grabación de videoclips musicales, en ese entonces. El romance fue tan intenso que incluso Amy se tatuó el nombre de su flamante novio a la altura del corazón. Pero las constantes peleas terminó por poner fin a la relación.
Sin embargo, no fue un punto final. Después del gran éxito de ‘Back to Black’, con el que recibió cinco premios Grammy y vendió más de veinte millones de copias, Amy cambió radicalmente de aspecto físico. Era Blake Fielder-Civil quien la había introducido en las drogas, según familiares de la artista.
Blake Fielder-Civil ha declarado sentirse culpable por la terrible drogadicción de la cantante en numerosas entrevistas.
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