Con información de El País y BBC
“Habemus sentencia: el juez me declara hijo biológico de Julio Iglesias”, escribió Javier Sánchez Santos en su cuenta de Instagram este martes al ser declarado heredero del cantante por José Miguel Bort, titular del Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia.
La primera vez que se supo del ‘hijo secreto’ del cantante español, fue en el 1992, cuando la madre de Javier, la bailarina portuguesa María Edite Santos, convocó a una conferencia de prensa para revelar que tenía un hijo con el intérprete. En ese entonces, el joven tenía 16 años -un año más que la estrella pop Enrique Iglesias- e iniciaron el proceso legal para ser reconocido. Sin embargo, a pesar de que el juzgado tuvo una conclusión similar a la del martes, fue revocada por la Audiencia de Valencia. Aquella sentencia incluyó páginas dedicadas a exponer la supuesta conducta sexual de la madre de Javier. Desde ese momento, Julio Iglesias se resistía a someterse a la prueba de ADN.
“Se cometieron muchas injusticias con mi madre. Se aceptaron testigos falsos, se agarraron a un error de forma que fue cometido por el Estado, y gracias a ello le dieron la victoria a mi padre. Nunca se llegó a tratar el fondo”, declaró Sánchez a El País al conocer la sentencia. “Ahora creo que la sociedad ha cambiado. Todo se ve de otra manera. La actitud machista que él ha mantenido durante todos estos años está caduca, y eso es importante porque pone las cosas en su lugar”.
¿Cómo llegaron hasta aquí? Javier contrató al abogado Fernando Osuna, quien ante la negativa del cantante a someterse a una prueba de ADN, armó una estrategia para reunir pruebas sólidas. Es así como siguieron los pasos de Julio Iglesias Jr., en Miami. Según explica la revista Primer Impacto, un detective privado lo siguió para capturar todo tipo de objetos que iba a dejando a su paso, como colillas, botellas de agua, latas, chicles y servilletas. “Hay una prueba de ADN que confirma que Javier Santos y Julio José Iglesias son hermanos”, dijo después el abogado.
Según indicó su defensa, María Edite Santos tuvo una relación amorosa con Julio Iglesias en Cataluña en julio de 1975, cuando tenía 20 años. “Cuando Julio y yo nos conocimos, ambos éramos estrellas. Tuvimos el mismo desempeño cuando nos reunimos en julio de 1975 en Las Vegas de Sant Feliu de Guixols, en Girona”, dijo ella en una reciente entrevista para Dailymail, en la que también habló de los “momentos terribles” que pasaron por falta de dinero. “Cuando quedé embarazada, tuve que dejar de ser bailarina de ballet, Julio destruyó mis sueños. Siempre es la mujer la que tiene que recoger las piezas”.
Y, 42 años después, en setiembre del 2017, Javier llegó al juzgado con el resultado de ADN. En agosto del 2018, se acercó al fin del proceso con un sentido mensaje dedicado a su madre en su cuenta de Instagram. “Durante la década de los noventa y gracias al poder que tenía esta persona en la política y los medios de comunicación, mi mamá fue humillada, vapuleada, manipulada, tratada de mentirosa e insultada por varios sectores de la ‘prensa’. Hace aproximadamente un año pude demostrar que siempre dijo la verdad y que no era ella la que estaba mintiendo (...). Comencé esto por ella y por ella voy a ir hasta el final. Te quiero mamá”.
A la fecha, considera “una vergüenza” que la Fiscalía vaya a recurrir la sentencia y “se ponga de lado” de quien lleva 30 años negándose a hacer la prueba de paternidad.
- Herencia. Según la estimación del patrimonio de Iglesias, elaborada por la revista Forbes, Javier Santos accedería a una fortuna de 30 millones de euros. Además, su abogado señala que podrían pedir una indemnización “por el daño moral que ha sufrido y sigue sufriendo”.
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