Pandora regresa a Perú con Mayte Lascurain, Isabel Lascurain y Fernanda Meade, acompañadas por Irma Hernández e Ilse María Olivo de Flans. Juntas presentarán el espectáculo ‘Inesperado’, que promete una experiencia llena de recuerdos, baile y música nostálgica para sus seguidores. Además, esta gira marcará la primera vez que se presentarán en Arequipa.
Isabel Lascurain, amante de la cultura peruana y gran amiga de Gian Marco, dio más detalles de su pronta parada en Perú. Además, la artista mexicana resaltó su constante trabajo con mujeres y habló de los momentos difíciles que tuvo que pasar en su carrera artística; como la muerte de sus padres y su fracaso matrimonial.
—¿'Inesperado tour' son conciertos de dos grupos o es solo show?
—Somos dos agrupaciones que nos hemos juntado en esencia y en música, pero hoy somos un solo grupo que se llama ‘Inesperado’ y ya llevamos tres años dándole a este show. Estamos contentas y agradecidas porque ha sido un éxito increíble y hemos ido a muchísimos lugares. Ahora estamos dichosas de que finalmente iremos al Perú a cantar en Lima el 2 de noviembre y en Arequipa el 3 de noviembre.
—Serán cinco artistas en escena. ¿Es complicado trabajar entre mujeres?
—Conmigo se rompe ese mito. Eso de que con mujeres no se puede trabajar, es mentira. Llevo 45 años trabajando con mujeres.
—¿Lo haces para dar más oportunidades a las mujeres o porque te sientes más cómoda?
—Ni A ni B. Es porque así se ha dado en mi vida laboral y porque me doy cuenta de que trabajar con mujeres es una maravilla. Somos más responsables y más entregadas a la chamba.
—¿Qué harías si presencias un caso de agresión hacia una mujer?
—Nunca me ha pasado y no sé cómo reaccionaría. Creo que lo humano sería tratar de ayudar en lo que se pueda.
—Dicen que las canciones de Pandora son para mujeres despechadas y tóxicas.
—A esos no les hacemos caso. A nuestros conciertos también asisten muchos hombres. Algunos van obligados porque la esposa o la novia quiere ir, pero en el show se dan cuenta de que se saben las canciones, las cantan y la pasan bomba.
—Pandora tiene canciones que se han vuelto himnos. ¿Qué tan difícil es lanzar un tema nuevo, teniendo una valla tan alta?
—Hoy en día, es muy complicado sacar un tema nuevo porque es otra fórmula y el manejo es diferente. Gracias a Dios, tenemos un enorme repertorio de canciones conocidas. Como artistas, tenemos la ilusión de hacer algo nuevo. También es una necesidad.
—Ya que tienes apertura a lo nuevo, ¿Pandora se animaría a probar con el género urbano?
—Nuestra esencia es el pop, la balada y las rancheras. No estamos peleadas con la música urbana, pero siempre vamos a respetar nuestro estilo y nuestra forma. Es muy difícil defender algo en lo que no estás tan empapada o tan encuerpada.
—En tus casi cuatro décadas en Pandora, ¿cuántas veces has tenido que sonreír mientras llorabas por dentro?
—Canté cuando murieron mi mamá y mi papá. También cuando me separé. Son las tres veces que ha sido complicado cantar.
—¿Y esos sucesos te quisieron hacer dejar la música?
—No. Simplemente, cantar los temas me dolía más que en otras ocasiones, pero no pensé en tirar la toalla.
—¿Te has sentido cansada de la fama y de los escenarios?
—No como para tirar la toalla. Hay momentos duros donde dices ‘necesito un break’, pero nuestros managers nos cuidan mucho. Al tener esos espacios y esos tiempos para poder regenerarte, no hemos llegado a sentir esa necesidad.
—¿Qué significa Perú en la carrera de Pandora?
—Perú, para Pandora, ha sido un país necesario en nuestro corazón, en nuestra vida y en nuestro camino musical. Siempre nos han recibido con todo el amor del mundo. Desde el día uno, hemos tenido una comunión y un amor bien bonito con la gente peruana. Y uno de mis mejores amigos es Gian Marco.
Isabel Lascurain asegura que Gian Marco es un gran amigo. Fotos: Instagram/Isabel Lascurain
—¿Cuál es la expectativa de tu pronta llegada al Perú?
—Las cinco estamos encantadas de poder presentar este show, donde se van a manejar mucha nostalgia y muchos recuerdos. No vayan con tacones porque se van a cansar muchísimo, porque se baila, se canta, se llora, se grita, se emociona.