En 2016 su padre dijo que jamás votaría por la hija del dictador. ¿Por qué ese viraje?
Carlos Alberto Montaner, amigo escritor cubano, decía: “En democracia, uno no elige a sus adversarios ni a sus aliados”. Mi padre y yo llevamos décadas combatiendo un modelo de sociedad: el populismo autoritario que concentra el poder político y económico. Cuando se puso en la balanza todos los elementos, incluso las objeciones que se le debe hacer al fujimorismo, claramente el peligro mayor era Castillo y Cerrón. En el caso de Keiko, ella y su familia pasaron por la cárcel. Su poder se erosionó, el 13% de la primera vuelta, comparado con el 40% del 2016, lo demuestra. Veo en ella, frente a esta adversidad, un proceso de maduración. Ella es consciente de que si gana la elección tendrá que responder a la confianza de millones de peruanos que le tenían resistencia. Ojalá que sea una presidenta dispuesta a limpiar el nombre de su familia para la historia del Perú.
¿Por qué debemos pensar que Castillo nos convertirá en Venezuela? Firmó respetar la democracia, algo similar a Humala en 2011.
Humala evolucionó del etnocacerismo a la defensa de la democracia, ofreció cambios en el modelo sin arriesgar la propiedad privada. Castillo, en primera vuelta, se presenta con un plan de gobierno chavista. Propone sustituir el Parlamento por una Asamblea Constituyente. Propuestas calcadas de países que fracasaron terriblemente. No es comparable con Humala. En la segunda vuelta, Castillo mantiene ese discurso, lo modifica ante la desconfianza de un sector del país. Pero lo hace de una manera poco creíble. Mire lo que pasó ayer. Había hasta 4 discursos de las AFP contradictorios. Anunció el fin de las AFP. Después del escándalo salen voceros a desmentirlo. Su verdadero programa es el de la primera vuelta y están maquillando cosas.
Keiko Fujimori
Pero se han manipulado las declaraciones de Castillo. Él nunca dijo que los fondos de los trabajadores se confiscarían.
Yo lo escuché decir que iba a liquidarlas. Después ha cambiado el discurso. Hablan de un banco de trabajadores para depositar el dinero. Lo mismo hizo el kirchnerismo en Argentina. Dijeron, “no vamos a confiscar, trasladaremos el dinero a un banco estatal”. Hasta ahora ningún argentino vio su plata. Otro ejemplo con EsSalud. Quieren apropiarse de sus fondos para compartirlos con los del Ministerio de Salud. Eso también es una forma de robo. EsSalud se financia con las contribuciones de las empresas y trabajadores. Qué garantía tiene el asegurado de que ese dinero revertirá a él. Hay una voluntad permanente de no respetar la propiedad de la gente. Es cierto, hay que mejorar este modelo económico. La pobreza aumentó dramáticamente. Se debe redistribuir mejor. El canon minero se gestionó mal.
Apoyan una candidata que no solo tiene el pasado paterno, sino un proceso pendiente. Piden 30 años de cárcel para ella y su partido está definido como organización criminal.
Lógicamente, el proceso se detendrá y se retomará después de los cinco años. Rafael Vela (jefe del Equipo Especial Lava Jato) lo ha dicho. Ella se ha comprometido, en público y en privado, a no tocar al Equipo Especial, y a no meter las manos en el Poder Judicial. ¿Usted se imagina, con el nivel de resistencia contra el fujimorismo que hay en el Perú, lo que pasaría si se percibiera que ella está manipulando el Poder Judicial a su favor? Las calles se llenarían de manifestantes. Es una de las garantías. En los últimos 20 años, cada vez que la población ha percibido en el fujimorismo cualquier cosa que le disgustaba, protestaba y lo derrotaba. El nivel de vigilancia sobre una eventual administración de Keiko será enorme.
En el anterior proceso Keiko asumió compromisos que no cumplió.
No hay duda. Ella ha pedido perdón, reiteradamente. El comportamiento de la mayoría parlamentaria del fujimorismo le hizo mucho daño. No creo que hoy su obstáculo sea la dictadura de los 90. Le está afectando mucho lo de los últimos cinco años. Le creo cuando ella dice que ha aprendido esa lección. Habrá un porcentaje de la población que no le creerá. Lo entiendo. Pero quisiera creer que una mayoría del pueblo le va a dar una nueva oportunidad porque estamos ante una alternativa que es extraordinariamente grave.
¿No les dio cierto rubor cuando la invitaron a lo de la Fundación Libertad y que un juez le prohíba la salida?
Había esa posibilidad. Pensamos que le darían permiso, en la medida que le permitieron circular por el país. Era un evento público, la posibilidad de una fuga era nula. Hay que respetar la decisión del juez.
¿No piensa que es una campaña desigual, grosera contra el otro candidato de parte de los medios de comunicación?
Oigo a mucha gente decir eso. Sin embargo, yo veo la televisión y hay una presencia permanente de Castillo. Igual Canal N, primero Castillo y luego Keiko, en cierta forma respondiendo a la jerarquía de las encuestas. Habrá algunos medios en particular que sí toman partido. La República, que son grandes amigos míos, donde publican los artículos de mi padre, ellos han tomado partido de una manera contundente por Castillo, y en pleno derecho.
paneles contra el “comunismo”
Si fuese de manera contundente, no estaríamos conversando.
Las portadas son contundentes, pero yo lo respeto.
Pero El Comercio.
Ahora un poco más. Fíjese en las portadas de El Comercio de los últimos 20 días, se manejan con imparcialidad y prudencia.
En 2016, su padre publicaba columnas en El Comercio y renunció indignado por la manera cómo el medio manipulaba. Eso persiste, pero usted me dice lo contrario.
Pero, es que yo no veo lo mismo. En aquella oportunidad, el control del periódico estaba en manos de una sola corriente. Ahora hay varias. En aquella ocasión estaban tratando, en cierta forma, de desmerecer la posición de mi padre. Era algo que a él lo dejaba en una posición extremadamente incómoda. Hoy día yo no veo una situación comparable, hay una presencia más plural.
Entonces, ¿por qué el Tribunal de Honor de Pacto Ético ha hecho un llamado de atención reclamando imparcialidad a los medios?
Me imagino que es un llamado genérico, a todos, porque lógicamente hay mucha suspicacia. Un bando acusa al otro, entonces ellos han creído importante hacer este llamado.
Se cuestiona los equipos de Castillo, pero también los de Keiko. Si planteaba una candidatura de unidad nacional, ¿pudo convocar mejores cuadros?
En la primera vuelta era muy difícil por las resistencias que había. En la segunda vuelta, hay gente muy respetable. El señor Carranza, por ejemplo, exministro de Economía, exfuncionario de CAF. Está Rafael Belaunde, experto en minería e intachable desde el punto de vista democrático. Carlos Bruce, organizador de la marcha de los Cuatro Suyos, etc. Ella anunció que su primer ministro no será fujimorista. Apunta a un gabinete plural.
Pero, tiene gente muy cuestionada, el doctor Bustamante que malogró el proceso de vacunación en el Perú.
Entiendo que no va a formar parte del gabinete. Ella lo ha desautorizado frente a esa declaración.
Foto: La República
Su padre dijo en una campaña que votar por Humala o Keiko eran el cáncer o sida. Con Castillo y Keiko ¿se plantearon la misma frase?
Una semana antes de la elección, había indicios que podía pasar eso. Entramos en un proceso de reflexión. Yo estaba recibiendo un premio en Estados Unidos, el premio Thomas Jefferson y él me llama a las cuatro de la mañana desde Madrid para pedir que le confirme el resultado. Le confirmo. No me dejó terminar la frase y me dijo: “Lo tengo clarísimo. Tengo 50 años combatiendo el tipo de modelo del señor Castillo. No puedo ser neutral. Tengo que apoyar a Keiko Fujimori”. Para él no era una situación nada fácil. Luego escribe su columna en La República. Mucha gente dice por qué nos precipitamos, por qué no hacen lo mismo que con Humala y fíjese que no es verdad. En el caso de Ollanta Humala, al día siguiente de la primera vuelta, en un congreso en Argentina, mi padre le dio el apoyo. Luego viene la Hoja de Ruta y el juramento en San Marcos. No era para convencernos a nosotros sino a un amplio sector de peruanos que le tenía terror.
¿La Hoja de Ruta que planteó Ollanta Humala no es el equivalente al plan Bicentenario de Pedro Castillo?
El Plan Bicentenario es altamente estatista todavía, no hay comparación. Continúa con la idea inconstitucional de la asamblea constituyente. Yo sé que es popular en un sector del país, que no quiere a los congresistas.
Se pone mucho el ejemplo de Bolivia, dicen nadie se fue, el proceso fue exitoso, el gobierno cobró más rentas
En Bolivia, se sacó la lotería Evo Morales porque él heredó unos contratos de gas para exportarle a Argentina y Brasil por varios años, con un precio muy por encima del mercado. Y además había un boom de las materias primas en ese momento, en ese proceso se benefició mucho el Perú, mucha clase media creció, incluso en Arequipa. Ingresó una tonelada de dinero. Sin embargo, sabe usted cuánto había sido la inversión privada en Bolivia en esos años, 10% del producto bruto. En los países exitosos del Asia es 40%, 50%.
Aquí mismo en el Perú, hasta años recientes ha sido más del 20%. Entonces, ingresaba tanta plata por esa importación de gas, como le pasó a Hugo Chávez con el petróleo. Con Hugo Chávez, el barril de petróleo estaba a 8 dólares el barril y se dispara a 100. Lógicamente, ingresa una tonelada de dinero, entonces tiene programas sociales durante un tiempo. Cuando se acaba eso, y como el sistema, es un sistema estatista, que depende de los ingresos del Estado, tiene corta vida. Así que no hay un verdadero propósito de enmienda en el plan Bicentenario.
Mire la dificultad que tienen cuando quieren matizar sus propuestas. Sus verdaderas convicciones están en el plan original, es en lo que ellos creen, sus congresistas, su vicepresidenta, por supuesto el señor Cerrón. Ahora, lógicamente Verónica Mendoza les ha dado un respaldo, seguramente también les ha dado apoyo técnico, hay sectores de izquierda mucho más moderadas. Ellos están tratando de moderar la propuesta, pero como sus convicciones reales son las otras, entonces al final lo que termina ocurriendo es que el pueblo peruano ve una tremenda contradicción. Por lo menos con Humala, ya en la Hoja de Ruta, ya todos se alinearon con esa propuesta, y ya era claro lo que se podía esperar de ellos. Aquí es un caos tremendo. El tema de las AFPs. En la mañana dicen una cosa, al mediodía dicen otra cosa, en la tarde dicen otra.
Mario Vargas Llosa y Alberto Fujimori. Foto:Giselle Ramos
No le parece que está campaña se parece a la del 90, la que enfrentó Mario Vargas Llosa y Alberto Fujimori. Todos los medios contra Fujimori. Al final terminaron victimizándolo ante el electorado.
No quisiera que sus lectores piensen que por el hecho de estar respaldando a Keiko somos insensibles a lo que usted dice. En el Perú hay una concentración de poder muy injusta. No solamente eso. Predomina un sistema mercantilista, donde el Estado y los grupos de poder se ponen de acuerdo y monopolizan las oportunidades y a la gente la dejan fuera del sistema. Por eso creemos que el canon pueda ir directamente a la gente, porque si pasa todo el canon por las autoridades, no saben ejecutarlo o se lo roban en parte, obviamente con honrosas excepciones. Desde luego que no pueden seguir las cosas como están. Si siguen así, dentro de cinco años, nos sale alguien mucho más radical que Castillo. Para que el Estado tenga ingresos tiene que haber mucha más inversión. Si usted nacionaliza no lo habrá.
En los 90 Fredemo propuso una reforma importante y que Fujimori acogió, pero de una manera mercantil.
Yo diría que había muchas diferencias importantes, por ejemplo, en las privatizaciones. Nunca propusimos privatizar empresas en calidad de monopolio. Eso es una negación de lo que se planteó.
¿En estas antípodas de una derecha radical y una izquierda autoritaria, el voto blanco o nulo es una opción?
El año 2001 hice una campaña por el voto en blanco. Apoyé a Toledo en la primera vuelta, luego vi cosas que no me gustaron y en segunda vuelta hice una pequeña campaña quijotesca que no llegó a ningún lado. Antes que nada respeto profundamente a quienes están pensando así. Pero diría, es un voto que va a perder, sin utilidad práctica. Le diría, vota usted en blanco, está ayudando a Castillo. Si eso es lo que quiere, perfecto, tiene su pleno derecho. Y, en segundo lugar, si vota en blanco está haciendo un acto de una gran inutilidad.
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