Pedro Castillo asegura en esta entrevista que está dispuesto a debatir en cualquier lugar. Afirma que no le quitará los bienes a nadie, y solo nacionalizará los recursos que las transnacionales no quieren negociar. Asevera, además, que él, y no Vladimir Cerrón, será el que gobierne.
Escuchó al excandidato López Aliaga invocar la muerte al comunismo, a Cerrón y a usted. ¿Lo denunciará?
Aún no he visto el video. Me voy a cerciorar de ello y me voy a pronunciar más adelante.
¿Aceptará el debate del Jurado Nacional de Elecciones?
Justo voy a conversar con nuestra personera oficial para que me haga el informe correspondiente, y luego me voy a pronunciar.
¿Pero va a aceptar o no?
No hay ningún inconveniente, pero más allá de los debates de candidatos, nosotros venimos sosteniendo grandes debates con el pueblo y, por encima de esas cosas, creo que es importante la formalidad.
Castillo postula a la presidencia de la República con Perú Libre. Foto: Antonio Melgarejo/La República
Se lo preguntamos porque la gente siente que usted está huyendo de los debates.
Yo no puedo huir de nada. El que nada debe nada teme. Cómo correrme de un debate, que son cosas que el pueblo necesita y, más allá de ello, estamos haciendo una convocatoria amplia al pueblo peruano, a sus organizaciones, a sectores que no han tenido la oportunidad por mucho tiempo, para debatir cómo sacar adelante el país.
¿Es real el ofrecimiento de debatir frente al penal de Santa Mónica o fue una humorada?
Los debates se tienen que dar en cualquier espacio. No solamente puede ser en un penal, puede ser en la costa, en la sierra, en la selva, con las autoridades, los sectores más vulnerables. Me gustaría hacerlo, por ejemplo, en la zona del friaje, donde están los niños esperando la presencia del Estado; me gustaría hacerlo donde hay contaminación ambiental. Estamos acá para que el pueblo te escuche.
Hasta ahora, usted ha puesto el lugar, el día, ¿no sería más democrático darle la oportunidad de elegir al otro lado?
Cualquiera sea la hora, el sitio, el pueblo lo que quiere es escuchar lo que vas a hacer por el país. Por nuestra parte no hay problema, si la señora quiere ir a debatir a un lugar, que diga la fecha, la hora.
Algunos simpatizantes de Keiko Fujimori proponen que sea en la calle Tarata, ¿le parece apropiado?
En cualquier rincón, en cualquier sitio.
¿Está de acuerdo en que debatan los equipos técnicos? Usted dice que quiere evitar que los terruqueen, pero la demora hace pensar que no tiene gente.
Los equipos técnicos no solo deben debatir en una campaña, sino que debe ir más allá. Las personas que forman parte de ese equipo están con nosotros porque han debatido grandes problemas con el pueblo, en diferentes espacios del país, para ver cómo se solucionan los problemas de salud, de desnutrición, de la agricultura, de la lucha contra la corrupción, de la lucha contra la delincuencia, de la investigación, que es fundamental para sacar adelante al país. ¿Debatir para qué? Todo debate debe arrojar algo fructífero, más allá de un escenario político. Los problemas no terminan cuando acaba una campaña política, siguen allí, y hay que seguir debatiendo.
El dato. Pedro Castillo y Verónika Mendoza se unen, según señalan, para refundar el país con soberanía, justicia e igualdad. Foto: Antonio Melgarejo/La República
¿Se puede conocer algunos nombres de su equipo técnico? ¿Quizás hay alguien de Juntos por el Perú?
Vamos a darlo a conocer en su oportunidad a solicitud del equipo mismo.
¿Será en una semana, 15 días? Tenemos la elección a cuestas y eso podría influir en la decisión de la población, pues en las últimas encuestas el margen se está acortando.
Seamos respetuosos de las personas, toda vez que lo primero que se hace es juzgarla. Eso es lo que más estamos cuidando ahora, pues necesitan el mayor de los respetos. Para evitar la fricción y ver la parte negativa, y si no hay, la crean, como están haciendo con nosotros.
En la primera vuelta usted manejaba un discurso más radical, con temas como cerrar la Defensoría del Pueblo, el Tribunal Constitucional, y ahora plantea este compromiso democrático, en el que niega eso, ¿qué cambió?
Sabemos bien que en la estructura del Estado hay organizaciones e instituciones que se han creado para servir al pueblo. El Tribunal Constitucional está para defender la Constitución, pero no puede seguir archivando la gesta de los pueblos, y si algo anda mal, hay que corregirlo. No lo digo yo, lo dice el pueblo. Y la Defensoría del Pueblo, su mismo nombre lo dice, ¿lo ha defendido en esta pandemia? ¿Defiende a los niños que no tienen internet? ¿A las familias vulnerables? Lo que tenemos que hacer es fortalecerlas, y si algo anda mal que se corrija.
Pero yo le pregunto por el cambio de discurso.
Yo no he dicho que las vamos a desaparecer, que ya no sirven. He dicho que los nuevos magistrados deben defender los derechos constitucionales de las personas y que se conviertan en los tribunos del pueblo. Otra cosa es decir que la van a cerrar.
Pero sí dijo “cerrar” la Defensoría.
Si no se ha entendido bien, es que se tiene que reestructurar.
¿Esta reorientación tuvo que ver con la alianza con Juntos por el Perú? ¿O nace de su interés por ofrecer garantías a los ciudadanos?
¿Quién hace las instituciones? La población, ¿no es cierto? ¿Y si no se siente representada? Cuando se recoge el sentir de la población, y si hay una alianza con varios partidos, y vemos que tienen esa misma sensación, ¿por qué no plantearla? Por encima de todo está el país.
¿Eso quiere decir que es por la conversación con Juntos por el Perú?
No solamente con ellos. Yo he encontrado bases de la mayoría de los partidos, en el interior del país, que apoyan la apuesta de que las instituciones deben ser reestructuradas, más allá de una postura política.
También hay algunas dudas sobre los procedimientos que se seguiría para la Asamblea Nacional Constituyente, que no está permitida en esta Constitución. ¿Qué es lo que quiere hacer exactamente?
¿Por qué esta Constitución no lo permite? Porque está cautelando la riqueza fuera del país, porque ha negado derechos como la educación, a la que considera como un servicio, igual con la salud. Primero iremos a una consulta, y el ciudadano tiene que manifestarse cuando se convoque a un referéndum y diga si está de acuerdo o no con el cambio de la Constitución. Mientras no se dé, vamos a ser respetuosos de esta Constitución, de la institucionalidad. Y si el pueblo dice que se cambie la Constitución, convocaremos a la Asamblea Nacional Constituyente, y que sea del pueblo organizado. Conozco el país, sus organizaciones, cómo están constituidas. Que participen en la Asamblea Nacional Constituyente, y vean cómo estamos en el país en lo económico, en lo político, lo social, el espacio educativo. El pueblo mismo hará su propia Constitución.
¿Y si el pueblo dice que no? El señor Cerrón deslizó que el Ejecutivo podría presentar un proyecto y si el Parlamento lo rechaza dos veces podrían hacer cuestión de confianza, recordando que si caen dos gabinetes se puede cerrar el Congreso. ¿Avalaría esa posición?
Para nada. Esta lucha no es del señor Vladimir Cerrón. Él corresponde a la estructura de un partido político, que puede tener un planteamiento, pero más allá de eso para nosotros están los grandes intereses del país. Todo por la vía democrática. ¿Qué más democrático que convocar a un referéndum y que se manifieste el pueblo?
¿Se deslinda entonces del señor Cerrón, como le pide un sector de la población para sentirse más segura de votar por usted?
Quien va a gobernar no es el señor Vladimir Cerrón, quien va a gobernar es el profesor Pedro Castillo, es el que recibe la confianza del pueblo peruano, desde Tumbes hasta Tacna, desde Requena hasta el Callao. Y no hay necesidad de repetirlo mil veces porque sería alentar que una persona reciba la confianza del pueblo para que gobierne otra.
¿No será, entonces, su asesor en la sombra como ocurrió en otro gobierno?
Para nada. Acá no habrá un Montesinos escondido. No habrá una sala de SIN para dejar sin educación al país, sin riqueza, sin oportunidades. Nosotros gestaremos un país sin pobreza, sin corrupción, sin desigualdades, sin injusticias.
La diferencia que hay entre usted y la excandidata Verónika Mendoza y con Juntos por el Perú es el enfoque de género, los derechos de minorías. ¿Sus posiciones sobre estos temas siguen firmes o han cambiado en algo?
Para nada.
¿Eso puede ser algún punto de desencuentro con ellos? ¿Lo han conversado?
Hay cosas que no vienen al caso, no son prioridades, para nosotros lo es la pandemia, la reactivación económica, la corrupción. En nuestro gobierno vamos a dar un bono a la persona que contribuya en una campaña que se llama “chapa tu corrupto”, que vamos a empezar a partir del 28 de julio, a los que tengan un video o indicios probados.
-¿Una recompensa?
Algo así. Un bono.
-Me recuerda a eso de “chapa tu choro”. ¿Algo así?
Algo así
Pedro Castillo sigue liderando la intención de voto a nivel nacional, pero ha bajado su porcentaje, según IEP. Foto: Aldair Mejía/ La República
Usted ha señalado que el problema del país es estructural y por eso hay que cambiar la Constitución; que combatirá la delincuencia con mayor educación. ¿No es prioritario fortalecer la igualdad de género como una forma de luchar contra los feminicidios y los abusos contra las mujeres?
¿Quién ha negado eso? Es parte de la educación.
Pero dice que no es prioritario.
Eso siempre estuvo en el currículo y tenemos que repotenciarlo. Yo tengo mi madre, mis hermanas, una niña de diez años. Nosotros seremos los primeros en luchar contra lo que afecte la dignidad de una dama.
¿Qué haría un gobierno suyo con los fondos de las cuentas individuales de AFP? ¿Pasarán a un fondo colectivo?
Lo primero es ordenarnos, llamar a los trabajadores y gestar con ellos un nuevo sistema nacional de pensiones. Hay que darle la potestad al trabajador. Yo he recibido muchas opiniones de ellos. Y recuperando la riqueza del país, ¿por qué no regresar a la cédula viva? Eso se tiene que evaluar con nuestros ecónomos y los trabajadores. Estamos hablando como un proyecto a mediano o largo plazo, luego de haberse gestado la recuperación de la economía del país.
¿Cédula viva? ¿Cómo piensa financiar algo así?
Estamos hablando como un proyecto a mediano o largo plazo, luego de haberse gestado la recuperación de la economía del país.
Si fuera presidente, ¿cuál sería su primera medida el 28 de julio?
Primero, la pandemia, los derechos constitucionales, el derecho a la vida, a la salud es algo sagrado e inmediato.
Pobreza. Castillo señala que los recursos deben servir para acabar con el hambre del pueblo. Foto: difusión
Mucha gente teme que, de llegar al gobierno, les quitarán sus propiedades porque se impondrá el comunismo. ¿Qué les responde?
(Risas) No sé de dónde sacaron eso. Yo no he venido a quitarle nada a nadie, por el contrario, a fortalecer el país de nuestra experiencia. Esos paneles que dicen “ten cuidado con el comunismo, el terrorismo, el chavismo”, y no miramos aquí las grandes desigualdades que hay en la punta del cerro, de gente que ha abandonado su tierra y no tienen nada. ¿Cómo le voy a quitar a una persona que no tiene nada?
El miedo viene más de la gente que tiene cosas.
La gente que ha hecho fortuna, los empresarios, que tienen temor de seguir invirtiendo porque me han estigmatizado. Negamos rotundamente esas posturas que se han sembrado para que se posicionen ellos y queden impunes los actos de corrupción. Cuando no tienes propuestas, no tienes pueblo, no tienes quién te escuche; cuando vas a un pueblo y te tiran tomates o te reciben con piedras; cuando se divulga que vas pagando gasolina a mototaxis para que te sigan, al final tienes que agredir de otra forma. No les funciona el terruqueo político, el terruqueo económico, te amenazan de muerte. Tranquilo, el pueblo tiene que juzgar.
Entonces, ¿no habrá un régimen comunista con usted, ni nos acercaremos a Venezuela?
Lo rechazo rotundamente.
Usted dice que estatizará las mineras y gasíferas que no acepten nuevas condiciones de negociación. ¿Cómo lo hará?
Esa es otra gran mentira. Nosotros no estamos hablando de estatización, sino de nacionalización. El gas de Camisea, a qué nación le corresponde, y se lo llevan pero dejando miseria, porque en esos contratos no se prioriza el hambre del país y la grandes desigualdades. Lo primero es sentarnos a conversar y agotar el diálogo con las empresas transnacionales, que se han llevado por décadas la riqueza del país. Se sigue llevando la materia prima, y hay más pobreza y desigualdad. ¿Por qué no agotar el diálogo con ellos y decirle primero es el hambre de mi país, mi familia, mis hijos, mis alumnos, la salud, la educación? Hagamos la renegociación, revisemos esos contratos y si no es posible, seremos respetuosos del mandato nacional y se nacionalizarán, que vuelvan esos recursos al país, y los entregaremos a la empresa privada nacional.
Cómo lo harán ¿con una buena pro, un concurso?
Se tiene que estructurar un equipo para eso, y también plantearemos en la Asamblea Nacional Constituyente una participación activa del país.
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