
La grave crisis económica que atraviesa Bolivia, originada por la escasez de dólares y combustible, ha provocado una notable fluctuación en el valor de su moneda frente al sol peruano. Esta situación ha generado un aumento en la demanda de la divisa peruana, la cual es vista como una opción más segura debido a la incertidumbre económica en el país vecino.
En ese contexto, Jean Paúl, creador de contenido que visitó la frontera entre Desaguadero, Perú, y Desaguadero, Bolivia, explicó que la moneda boliviana se está devaluando. Según detalló, en el pasado 1 sol equivalía a 2 bolivianos, lo que facilitaba el intercambio, ya que un producto que costaba 10 bolivianos se convertía en 5 soles. No obstante, precisó que, alrededor del 28 de marzo, el tipo de cambio había aumentado a 3.30 o 3.31 bolivianos por sol. De esta manera, por 100 soles se obtenían 330 bolivianos.
La escasez de dólares en Bolivia tiene un impacto profundo en su estabilidad monetaria, por lo que ha generado fluctuaciones considerables en el tipo de cambio que afectan a los consumidores y a las empresas en el país. Esta situación ha impulsado a muchos bolivianos a buscar alternativas para resguardar sus ahorros, lo que ha incrementado el uso de divisas extranjeras y destaca el sol peruano debido a su aparente mayor estabilidad.
El efecto ha sido particularmente grave en la canasta básica, cuyos precios, especialmente de productos como arroz, harina y carne, han experimentado un aumento significativo. En áreas fronterizas como Desaguadero, la población enfrenta mercados desabastecidos, una alta volatilidad cambiaria y una reducción drástica del comercio transfronterizo con Perú, tradicionalmente una fuente de ingresos crucial para los comerciantes locales.
La inflación interanual en Bolivia alcanzó un 15% hasta abril de 2025, con la inflación de alimentos que supera el 24%, según analistas económicos. Entre las principales causas, se destaca la falta de dólares, la disminución de las reservas internacionales y el colapso de la producción de gas natural, un recurso clave para la economía boliviana.
Además, el uso de mecanismos alternativos para la adquisición de divisas, como las monedas virtuales, ha impulsado el alza del tipo de cambio paralelo, que actualmente supera los 15 bolivianos por dólar, en contraste con la tasa oficial de 6,96.
Las medidas fiscales y monetarias expansivas, junto con un elevado gasto público, han ejercido presión inflacionaria, como señalan académicos de la Universidad Católica de Bolivia.
El economista boliviano Enrique Ayo explicó que el modelo económico defendido por el gobierno no ha considerado factores cruciales como el Producto Interno Bruto (PIB), que incluye consumo, inversión, gasto del gobierno, exportaciones e importaciones.
Según Ayo, el gobierno se ha enfocado en el consumo y ha descuidado la inversión en la exploración y explotación de recursos naturales, especialmente gas. Ante el agotamiento de este recurso, el gobierno ha comenzado a incrementar sus inversiones en la creación de empresas que no han tenido éxito, según el economista.
"Una vez que se agota todo esto (el gas) el gobierno ha empezado a incrementar los gastos en la creación de empresas que no vienen al caso, no funcionan en Bolivia. Hemos bajo las exportaciones y hemos incrementado las importaciones", aseguró Ayo en diálogo con Latina Noticias.
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