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Economía

Austeridad y digitalización marcan la campaña navideña 2024 en Perú

Estudio. Con un presupuesto más acotado y la percepción de un estancamiento económico, los peruanos realizan sus compras navideñas para cerrar el año. Si bien existe una disminución en el gasto promedio en regalos, empresarios y comercios se reinventan a través de las plataformas digitales.

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Consumo. Los peruanos ajustan sus presupuestos, mientras las mypes y sectores tradicionales innovan con estrategias digitales y productos personalizados. Foto: La República

La campaña navideña 2024 se desarrolla en un contexto de austeridad, lo que ha llevado a las familias peruanas a redefinir sus prioridades y a los sectores económicos tradicionales a enfrentar nuevos desafíos. Según el último estudio Pulso Ciudadano, elaborado por Activa, esta situación responde a la percepción de retroceso o estancamiento económico y a un presupuesto más ajustado.

“Casi el 50% de los peruanos asegura que sus ingresos mensuales no cubren los gastos del hogar, mientras que un 40% apenas logra equilibrar sus finanzas. Solo el 10% de la población tiene excedentes para otros gastos”, detalló a La República Hilario Chong Shing, gerente de la Unidad de Customer Experience de Activa.

Ante este panorama, muchos destinan sus gratificaciones y excedentes a pagar deudas acumuladas durante el año. Sin embargo, este desafío también está impulsando a emprendedores y comercios a reinventarse y adaptar sus estrategias para mantenerse competitivos.

Cambios en hábitos de consumo

El estudio de Activa revela que, en 2024, el 39% de los peruanos planea gastar menos en regalos navideños, con una caída general en el promedio. Mientras que en 2023 el gasto en obsequios fue de S/379, este año se espera que sea solo de S/296. La reducción es más notable entre las personas mayores de 60 años, cuyos ingresos limitados se reflejan en la caída de su gasto de S/421 en 2023 a S/226 en 2024. También se observa una disminución en provincias, donde el gasto pasó de S/396 a S/295, y en el nivel socioeconómico A, que bajó de S/972 a S/645.

“Con el aumento del costo de los productos básicos, incluso las familias con ingresos altos están optando por marcas blancas (genéricas o no reconocidas) y compras por volumen”, explicó Hilario Chong .

En cuanto a las preferencias, aunque la ropa y el calzado siguen liderando como categorías de compra, se percibe una diversificación hacia tecnología, cuidado personal y otros bienes de bienestar, especialmente en los niveles socioeconómicos altos. Esto refleja una tendencia emergente hacia productos que combinan accesibilidad y utilidad.

Para las marcas y negocios, el desafío está en captar al consumidor indeciso. “Casi un 20% de los peruanos no sabe qué tanto podrá gastar o qué comprará. Las promociones y descuentos adaptados a cada segmento pueden ser clave para atraerlos”, señaló el ejecutivo.

Datos expresados en porcentajes (%). Sobre la base del total entrevistas (N:824 EM: +/-3,4%).

Gamarra: resiliencia y retos

La campaña navideña de las mypes en el emporio comercial de Gamarra arrancó con atractivas ofertas. Según informó Susana Saldaña, presidenta de la Asociación de Empresarios Gamarra Perú, a La República, se están ofreciendo descuentos de hasta el 70% en prendas, destacando la venta de ropa para niños desde S/6 y ropa para adultos desde S/8.

Este enfoque de precios responde a la disminución del gasto promedio familiar respecto a la época prepandemia, el cual bajó de S/2.000 a S/800, lo que representa casi la mitad de lo que se destinaba para Navidad hace 15 años. “Gamarra generaba alrededor de S/3.500 millones, pero en 2023 las ventas alcanzaron solo el 50% de ese valor. Para 2024, esperamos lograr el 60%”, señaló.

Los factores clave para alcanzar ese objetivo serían la afluencia de personas, que pasaría de los 200.000 diarios a 500.000, y la mejora de la seguridad en un distrito que ha sido declarado en estado de emergencia debido a la delincuencia. “Aunque los consumidores son más cautos, siguen eligiendo productos sostenibles frente a la tendencia del fast fashion”, comentó.

Las plataformas como TikTok, WhatsApp y Facebook han ayudado a los minoristas a llegar a nuevos públicos y mejorar su visibilidad; sin embargo, las ventajas de las ventas online se ven contrarrestadas con el costo del delivery que llega a superar el de la prenda si es a zonas periféricas como Ventanilla, Loma de Corvina o Villa María del Triunfo. Por ello, son un complemento. Los mayoristas, en cambio, prefieren comprar presencialmente “para ver y tocar los productos”.

Desde La República se argumentó que, tras la pandemia, el canal de compras online es el preferido, sobre todo si resulta más viable que ir a un lugar donde el conocimiento previo de la organización de las galerías y lo que ofrecen es fundamental. En respuesta, Susana Saldaña adelantó que desde la asociación que preside están desarrollando una plataforma con un mapa interactivo para ayudar a los compradores a encontrar productos y servicios específicos, como estacionamientos y galerías. “En enero debería entrar en marcha blanca, y para el Día de la Madre estará completamente operativa”, aseguró.

También dijo que aunque Gamarra pueda parecer un laberinto, está muy bien organizada internamente. “Cada cuadra y galería está especializada: la cuadra 4 es de jeans, la 5 de ropa infantil, las 6, 7 y 8 de ropa de dama, y en Galerías Azul y Paraíso se vende ropa de hombre. Además, la maquinaria solo se vende en Huánuco, y las telas e insumos en lugares específicos como Antonio Bazo”, detalló la empresaria.

Digitalización y autenticidad

“Gamarra debería ser el lugar de donde salga todo el comercio al mundo, mediante las ventas online, sin que la gente necesariamente tenga que ir físicamente. Tiene que digitalizarse”, afirmó Rodolfo Ojeda, presidente del Gremio de la Pequeña Empresa de la Cámara de Comercio de Lima.

En la era pospandemia, a falta de tiempo y seguridad, las personas ya no quieren desplazarse para comprar si tienen otras opciones. Por lo tanto, no se puede esperar que las ventas vuelvan a los niveles previos a la pandemia. Los empresarios deben digitalizar Gamarra y vender a través de redes sociales y servicios de delivery. Solo así, aseguró Rodolfo Ojeda, podrían incluso triplicar sus ventas. En ese sentido, la plataforma de Gamarra debe incluir “un paseo virtual en el que puedas elegir el producto y que te lo envíen a casa”.

Además, mencionó la creciente adopción de tecnologías como la inteligencia artificial y las billeteras digitales por parte de pequeños empresarios. “El futuro del comercio será digital, y las transacciones en efectivo serán cada vez menos comunes”, sostuvo.

En cuanto a la competencia con productos chinos, Rodolfo Ojeda mencionó que, aunque los precios bajos pueden ser su ventaja, los productos peruanos tienen el valor agregado de la durabilidad, autenticidad y creatividad. Ejemplificó con los artículos artesanales y textiles peruanos, especialmente aquellos elaborados con algodón nacional. “Si el pequeño empresario peruano encuentra un nicho de mercado y le da valor a su producto, puede competir con los productos importados”, afirmó.

Panetones ‘achicapeso’ vs. artesanales.

Nueva presentación de una caja de panetón. Foto: enviada por Pío Pantoja.

Ahora bien, según Rodolfo Ojeda, desde la CLL afirman que los sectores clave que experimentarán mayor crecimiento durante la campaña navideña 2024 son la juguetería, la electrónica, los viajes y la gastronomía. Dentro de este último, se destaca la venta de panetones. 

Según comentó Pío Pantoja Soto, presidente de la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (ASPAN), esperan alcanzar un volumen de ventas de 10 millones de panetones de 900 gramos. Sin embargo, sus expectativas compiten con las grandes empresas, quienes han reducido el tamaño de sus productos y ajustado sus precios. 

"Son ‘achicapeso’. Han disminuido el precio y el peso de sus panetones, vendiendo ahora unidades de 750 gramos", explicó juzgando su estrategia, Pío Pantoja. 

Desde ASPAN han optado por mantener la calidad y la salud en su oferta. A diferencia de otros productos industriales, su panetón está “libre de excesivos conservantes, con una receta que prioriza ingredientes naturales como quinoa, kiwicha, maíz morado y frutas secas”, detalló Pío Pantoja. El consumidor post-pandemia busca alimentos más saludables. Por esta razón, afirmó, su panetón de 900 gramos se ha convertido en un éxito por sobre los panetones industriales.

Además, han fortalecido su presencia online al punto en que se ha convertido en su principal fuente de ingresos durante esta campaña navideña iniciada en diciembre. Y es que ofrecen entregas con empaques metalizados que aseguran la frescura del producto y diversas presentaciones que puedan resultar atractivas en diseño y forma.  

“Somos 23.000 panaderías en el Perú. La mayoría de las ventas de panetones se hace en provincia, quienes acaban de salir con una nueva presentación en tendencia: Chutatón (Oropeza - Cusco). Bienvenidos a la competencia”, felicitó Pío Pantoja. 

Perspectivas para 2025

La campaña navideña de 2024 se perfila como una oportunidad clave para los pequeños y medianos empresarios del país, con expectativas de crecimiento en el comercio que, según la CCL, sería de entre un 8% y 12% respecto al 2023.

“La campaña navideña es sumamente importante para los pequeños y medianos empresarios, pues se estima que cerca del 40% de su producción anual ocurre en este período”, destacó Rodolfo Ojeda, presidente del Gremio de la Pequeña Empresa de la CCL. Se espera que las ventas alcanzarán entre S/ 10.000 a S/ 13.000 millones, lo que representa una oportunidad crucial para la economía peruana.

En cuanto al futuro, Rodolfo Ojeda es optimista sobre el crecimiento de las mypes, aunque reconoce que será un proceso gradual. “La economía está en una mejor posición que hace unos años, y la expectativa es que se logre un crecimiento de entre un 8% y 10% en 2025”, concluyó.