Diciembre es un período que los consumidores y negocios peruanos esperan con ansias debido a que es una temporada de muchas compras y ventas, en especial, por las festividades de fin de año. Además, una preferencia que ha marcado al sector son las compras en línea, debido a las facilidades y beneficios que ofrecen. Sin embargo, delincuentes cibernéticos aprovechan esta tendencia y el desconocimiento de muchos compradores para realizar fraudes o robos en las plataformas virtuales.
En consecuencia, las personas que opten por el 'ecommerce' deben tener cuidado a qué páginas ingresan para realizar las compras de sus productos favoritos, porque algunas son suplantaciones con el objetivo de extraer datos personales, como el número del Documento Nacional de Identidad o de la tarjetas del banco. A continuación, te contamos recomendaciones antes de que lleves a cabo tus compras en línea.
Las modalidades de robo o fraude cibernéticas más comunes necesitan que el usuario caiga en una especie de trampa que lleva a cabo el delincuente. Por ello, en muchos casos, los compradores pueden evitar ser víctimas de estos métodos de manera sencilla siguiendo estas recomendaciones:
En particular, con el objetivo de proteger a los usuarios de ciberdelincuencia, las instituciones financieras han implementado seguros de protección para tarjetas de débito y crédito. Estos productos no solo resguardan tus finanzas, sino que, según la modalidad del seguro, brindan la seguridad de recuperar fondos en caso de transacciones no autorizadas. Así, los clientes pueden disfrutar en mayor medida de compras en línea sin tantas preocupaciones, sabiendo que su dinero está protegido.
Implica que el ciberdelincuente se haga pasar por un banco o empresa en específico. A través de esta modalidad, contactan a los usuarios para alertarlos sobre supuestos problemas en sus cuentas bancarias. Durante la llamada, solicitan información como datos personales o el código OTP, bajo el pretexto de resolver estos inconvenientes.
Se utilizan plataformas como redes sociales, correos electrónicos y WhatsApp para establecer contacto con sus víctimas. A través de mensajes que incluyen archivos adjuntos, logran instalar software malicioso en los dispositivos de los usuarios. Así, cuando una persona intenta acceder a la página oficial de su banco, es redirigida a un sitio web fraudulento, donde la víctima ingresa información como datos de tarjetas de crédito o débito, contraseñas y números de DNI.
Se basa en la comunicación directa con las víctimas a través de correos electrónicos fraudulentos que aparentan ser enviados por instituciones bancarias. Estos mensajes incluyen enlaces que simulan ser los sitios web oficiales de los bancos, con el objetivo de que los usuarios introduzcan su información personal.
Se envían mensajes de texto (SMS) para engañar a los usuarios, que tienen enlaces que aparentan pertenecer a bancos o empresas reconocidas. Sin embargo, estos enlaces redirigen a sitios web fraudulentos o instalan software malicioso, con el objetivo de robar información bancaria de las víctimas.