El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) insistirá con una respuesta ante Indecopi para iniciar un procedimiento de regulación portuaria a las operaciones de Cosco Shipping en el megapuerto de Chancay, pese a que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció el fin de la controversia por la exclusividad de servicios y un nuevo marco para fomentar la competitividad en el sector.
La controversia de Chancay, ventilada bajo el paraguas del TLC con China hasta noviembre de este año —so pena de arbitraje internacional—, navega sobre dos frentes: la exclusividad de servicios ya resuelta con la aprobación desde el Congreso de cambios a la ley portuaria y la regulación a la que podría verse afecto el terminal durante sus operaciones por parte de Ositrán. El esquema tarifario que tendría que asumir la empresa de capitales chinos está ligado a este segundo aspecto.
Para tal efecto, Ositrán elevó ante Indecopi una demanda para esclarecer el marco competencial con que aplicará su rol y tasas sobre los servicios que tendrá Chancay. Ante la negativa del regulador, el supervisor envió una carta de reconsideración. Lo que la entidad adscrita al MTC no quiere es que Cosco tenga una “especie de carta libre para operar en el Perú sin ninguna regulación”, pero tampoco está dispuesto a presentar un estudio “de parte”, pues para eso está Indecopi. Ositrán defiende sus fueros.
“En 2017, Ositrán envió una carta a la Autoridad Portuaria Nacional (APN) indicando la competencia que tenía sobre Chancay, al ser un puerto privado de uso público, y eso se notificó en octubre de ese año cuando todavía no se llamaban Cosco Shipping Chancay Ports. Ahora, no sabemos por qué nos quieren objetar la regulación”, señaló Verónica Zambrano, presidenta del Ositrán, durante el lanzamiento del Muelle Bicentenario de DP World.
En el mismo evento, el titular del MTC Raúl Pérez-Reyes dijo que su cartera está revaluando “el tipo de servicio que ahora las actividades portuarias, en el marco de un proceso competitivo, van a tener”. En la práctica, cambiar la ley marco y el reglamento del Ositrán con miras a la cumbre de APEC 2024, donde el presidente chino, Xi Jinping, deberá cortar la cinta.
Favio León, titular de la Asociación Peruana de Operadores Portuarios (Asppor), explica que el terminal de Cosco actuará como un “regulador natural de precios” en el mercado, y en tanto el movimiento de contenedores no llegue a un volumen de carga del 70%, tendría que intervenir el Indecopi para dirimir sobre la libre competencia de los servicios que proveen DP World (Callao sur), APM Terminals (Callao norte) y Chancay. Este último, vale aclarar, no responde a una concesión, pues se erige sobre terrenos privados.
Si el Indecopi concluye que no hay competencia, la APN le aplicaría a Chancay una tarifa. La regulación solo se da cuando no hay competencia; cuando la hay —es decir, muchos que prestan el mismo servicio y no hay monopolio—, entonces el Ositrán solo entra a supervisar.
Inicialmente, se aplicaría una tarifa similar a la del puerto más cercano, en este caso, Callao. Un marcador de precios diferenciado según el servicio que se ejecute, como embarque o desembarque de contenedores, y tomando en cuenta factores como el destino del envío, el peso de la carga, etc.
“Quieren, de alguna manera, cambiar las regulaciones. Ya lograron que se les dé la exclusividad, a pesar de que no les correspondía. Ya decir que no se les va a supervisar es un exceso”, considera Zambrano.
Según la APN, Chancay podrá ofrecer servicios técnico-náuticos (practicaje, remolcaje, amarre y desamarre, buceo), servicios al pasaje (transportar personas), manipulación y transporte de mercancías (embarque, estiba, desembarque, desestiba, transbordo, almacenamiento, avituallamiento, suministro de combustible) y servicios de recojo de residuos generados por naves.