El crecimiento económico se ha estancado en el Perú debido a una débil capacidad estatal para implementar políticas efectivas para superar la desigualdad, según un panel de expertos que se dieron lugar en la presentación del Programa de Gobernabilidad e Innovación Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Entre el 2003 y 2013, la economía peruana mostró un crecimiento robusto, con tasas del Producto Bruto Interno (PBI) superiores al 6% por año. Sin embargo, desde 2019, la expansión económica ha sido de apenas 3% anual.
Este crecimiento débil ha dejado de ser una situación temporal y se ha convertido en la nueva realidad económica, resultado de la debilidad en las políticas públicas y la crisis de gobernanza que afecta al país, advirtieron especialistas.
“Con tasas de crecimiento inadecuadas, la economía se encuentra estancada o en declive, lo que podría empeorar la situación con el tiempo considerando que en los últimos años la pobreza y la desigualdad se ha incrementado en el país”, indicó el exministro de Economía, Alonso Segura.
Para Martin Tanaka, director de la Escuela de Gobierno PUCP, las políticas públicas, incluyendo la política social, tributaria y el gasto en general, juegan un papel crucial en la redistribución de la riqueza.
“Actualmente, estas políticas no están funcionando de manera efectiva para reducir la disparidad económica en Perú”, afirmó
Durante la primera década del siglo XXI la economía peruana crecía a grandes tasas beneficiadas por los altos precios de los minerales, pero desde el 2021 a la fecha, los precios de los minerales están alcanzando máximos históricos.
Cabe recordar que, hace unos días el precio futuro del cobre, el principal metal que compone la canasta exportadora peruana, se cotizaba en US$5,04, su más alto nivel histórico en las últimas dos décadas.
Según Flavio Ausejo, director de educación continua de la PUCP, una de las razones detrás de esta ineficacia es la menor capacidad del Estado para implementar políticas públicas efectivas, debido a recursos limitados y una administración pública menos desarrollada.
Según Segura, para abordar estos problemas, se necesitan políticas públicas que promuevan la oferta y mejoren las condiciones productivas de la economía.
“Estas medidas, aunque impopulares entre los políticos debido a su lenta maduración, son esenciales para el desarrollo a largo plazo. Por ejemplo, una reforma educativa bien implementada puede tardar décadas en mostrar resultados, pero es fundamental para mejorar la calidad del capital humano”, añadió.
Por su parte, Martín Tanaka enfatizó la importancia de implementar mejores políticas públicas que promuevan la productividad y reduzcan la desigualdad.
“Esto incluye invertir en educación, apoyar la innovación y mejorar la infraestructura. Solo así se podrá generar un crecimiento inclusivo y sostenible para Perú”, precisó.
“La formación política no se limita a la política partidaria. Se trata de hacer política en el día a día, en las decisiones que tomamos desde nuestras diversas posiciones: como servidores públicos, en el mundo privado, o en organizaciones de la sociedad civil”, concluyó Ausejo.
Por último, Juan Londoño, ejecutivo senior de la CAF, resaltó el trabajo articulado que vienen realizando su entidad con la Escuela de Gobierno de la PUCP para formar profesionales en gestión pública con pensamiento crítico y que contribuyan al desarrollo del Perú.