Los ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y de Energía y Minas (Minem) cumplieron con sus advertencias de días atrás y nombraron a un directorio transitorio para Petroperú, el cual tomará las riendas hasta enero del 2025, fecha en que el Ejcutivo espera “cifras en azul” y que Fonafe concluya el proceso de selección por headhunting de los nuevos directores, encargado mediante DU 004-2024.
Los hombres del MEF son David Tuesta, Germán Boza y Carlos Linares. Por parte del Minem, está Oliver Stark, quien viene del sector minero, y todavía le falta uno por definir el día de hoy. El sexto es el elegido por los trabajadores de la estatal, por lo que, de momento, se mantiene. No se sabe quién presidirá, aunque el propio ministro Arista reconoció que había ofrecido una plaza al expresidente de la petrolera Carlos Paredes, quien desistió.
En la víspera, el ahora expresidente de directorio Pedro Chira presentó su renuncia junto con los directores Artemio Reátegui y Pedro Méndez. Los otros dos asientos eran de José Olivares y Brigitt Bencich, cuyas renuncias se dieron en diciembre y para quienes se buscaba reemplazo.
Precisamente, el DU 023-2022 había obligado a Petroperú a pagar US$2,8 millones por una consultoría con Arthur D. Little y Columbus para encaminar su reestructuración. La compañía había iniciado el proceso —que debía impedir la llegada de más directores a dedo—, pero el nuevo norte de su junta de accionistas (JGA) echó todo por tierra.
“El nuevo decreto reemplaza a cualquier disposición legal anterior, es una medida extraordinaria y de emergencia [...] En enero, arrojó utilidades, y eso nos indica que hay una esperanza”, dijo el ministro Mucho.
En tanto, el ministro Arista considera que la petrolera podría recuperar sus números en azul para el año 2025, a partir de un proceso de recorte de personal, austeridad y soporte estatal mediante nuevos créditos. Descarta una privatización.
“En la medida que comience a mostrar números azules, el valor de la empresa crecerá y será mucho más fácil buscar, no la venta total, pero sí una participación privada en la gestión, junto a un aporte financiero que la haga saltar a las ligas mayores. Potencial, tiene”, relató Arista.
Para Aurelio Ochoa Alencastre, exdirector de Perupetro, interrumpir el proceso de reestructuración que el propio Gobierno le había ordenado puede ser entendido como una mala señal de respaldo del Estado hacia su petrolera, en días que se le ha provisto de garantías por US$1.300 millones debido a una caída de su calificación.
A su turno, Erick García, exdirector de Hidrocarburos, sostuvo que el nuevo directorio debe también dividir la estructura de la firma por líneas de negocio, a fin de evitar duplicidad de cargos y sincerar costos.