El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó en mayo su previsión de crecimiento del Perú a 2,2% para 2023, desde los 2,4% consignados en su último reporte de abril.
El organismo internacional precisó que este nuevo retroceso para la economía peruana obedece a la alta conflictividad social ocurrida en el primer trimestre del año, además de los desastres naturales y distintas políticas aplicadas por el Gobierno.
"El endurecimiento de las condiciones financieras, la desaceleración del crecimiento del crédito, la moderada demanda externa, una confianza más tenue, el impacto de las protestas sociales y los bloqueos del transporte a principios de año, la escasez de fertilizantes y las recientes lluvias ciclónicas y torrenciales", refiere el FMI.
Para el FMI, Perú mantiene en las exportaciones de cobre, apalancadas por la mina Quellaveco, una de sus pocas esperanzas para recuperar el ritmo de crecimiento, en buena lid por el incremento de los precios globales del metal.
Precisamente, indicó que el desarrollo del PBI "convergería gradualmente hacia el potencial a medio plazo", y se espera que la pequeña brecha de producción negativa del 0,4 % (del PBI potencial) en 2023 se cierre en 2024.
El organismo señaló que el déficit por cuenta corriente llegará al 1,9% del PBI del 2023 y podría disminuir a medio plazo en 1,5%, con escasos riesgos de financiación exterior y de refinanciación de la deuda.
Finalmente, el FMI espera que la inflación se mantenga en el corto plazo debido a los choques de oferta e incrementos en el rubro de educación; aunque dijo esperar resultados rápidos de las políticas aplicadas por el MEF.