De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), casi un tercio de los peruanos cerró el 2022 en la pobreza monetaria absoluta, situación que refleja el incremento de la precariedad en los hogares peruanos.
Y es que, a pesar de la bonanza macroeconómica que nos catapulta como uno de los países más sólidos de la región, la pobreza sigue repuntando.
A detalle, son 9 millones 184.000 peruanos sometidos a la pobreza, poco más de dos millones y medio de compatriotas adicionales respecto al año previo al coronavirus.
A nivel regional, según el INEI, los más golpeados por el incremento de la pobreza son Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Huánuco, Loreto y Pasco, con una ratio en promedio que oscila entre 39,4% y 43,3%.
Además, la pobreza extrema —es decir, el puñado de peruanos que está en el inframundo del abandono— llega a un universo de 1 millón 673.000 personas. En total, son 741.000 compatriotas más en esta condición si nos regimos al 2019.
Asimismo, según INEI, también tres décimas partes del total de los peruanos están en condición vulnerable y podrían, eventualmente, caer en pobreza (32,3% de la población).
¿Qué sucedió a pesar del crecimiento del PBI? De acuerdo con el investigador del IRD Javier Herrera, la pobreza aumentó pese al rebote económico porque hay una baja expectativa en el crecimiento.
A su criterio, hemos regresado a lo visto en más de 15 años, y es crucial que se atienda la pobreza en el área urbana, ya que “nueve de cada diez peruanos la pasa mal” en esta área.
Pese a que la tasa de pobreza en el área urbana llegó a 24,1%, y en la urbana al 41,1%, a su criterio, es crucial que las políticas públicas se redirijan a cerrar las brechas en este espectro, considerando que Pensión 65 y Contigo se enfocan en la población marginal de las zonas rurales.
La lectura del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) coincide con lo señalado anteriormente por el BBVA Research y Cepal, que estiman que la pobreza seguirá por encima del 25% en los próximos años. Es más, el Gobierno espera que la pobreza se normalice a lo visto antes del coronavirus recién al 2030. Según la presidenta Dina Boluarte, llegaría al 15% al cierre de esta década, motivo por el cual se debe observar y atacar el avance de la pobreza no solo en lo monetario, sino en el acceso a servicios básicos, como agua, desagüe, y en áreas como educación y salud.
Por sexo, 27,8% de la población femenina en el Perú es pobre, y el 27,2% incluye a los hombres. Por edades, el grupo poblacional más afectado es el de 0 a 17 años (36,7%), mientras que, por nivel educativo, aquellos peruanos con primaria son los que más están sometidos a la pobreza (36,8%).
Además, el 78,6% de las personas pobres tiene el Seguro Integral de Salud (SIS), el 91,4% trabaja en la informalidad, aunque el 90,9% tiene un teléfono móvil.
Desde un punto multidimensional, el 45,9% de los peruanos están subempleados y el 36,2% tiene déficit calórico (barómetro de la ingesta de alimentos en el país).
El INEI advierte que el 29,9% no tiene acceso a agua, saneamiento y electricidad, y el 50,7% —es decir, la mitad del Perú— no tiene agua, desagüe, electricidad, telefonía e internet.
Durante el 2022, los precios de la canasta básica que más aumentaron son los del azúcar rubia (35,1%), la papa blanca (45%) y la papa color (36,4%). También están el pan francés (33,7%) y el aceite vegetal (30,4%).
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Herrera reitera que la presión sobre los precios afectará con énfasis a quienes menos tienen y, pese al ligero descenso en los indicadores, aún estamos lejos de regularizarla.
El investigador del IRD Javier Herrera reiteró que hay necesidades que atender y que el modelo actual no las ha cubierto.
¿Se debe continuar con las políticas de ayuda directa? Desde el Banco Mundial, por ejemplo, creen que sí, siempre y cuando se focalicen y dirijan ahora al ámbito urbano, donde la, pobreza golpea a más compatriotas.
Es importante mencionar que el Banco Mundial indicó que el 85% de la reducción de la pobreza es producto del crecimiento económico. No obstante, según proyecciones de los organismos multilaterales, entidades bancarias, el BCRP y el propio Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), este año se crecería por debajo del 3%.
Javier Herrera, investigador del IRD
“Cuando comparamos el nivel del gasto del 2022 respecto al año anterior, lo que vemos es un retroceso. Estamos en el mismo nivel de hace 11 años. No hemos avanzado y eso es preocupante”.