En noviembre de 2021, la fortuna del multimillonario de origen sudafricano Elon Musk, alcanzó su mayor nivel. Se ubicó en US$340.000 millones. Un año después, Bloomberg cifra su patrimonio en US$137.000 millones, de esta manera Musk se ha convertido en la primera persona en perder más de US$200.000 millones de riqueza, una situación que se atribuye a la caída de un 65 % en la cotización de las acciones de Tesla a lo largo de 2022 y al impacto de la compra de Twitter en su reputación.
La mayor parte de la riqueza de Musk está ligada a Tesla, cuyas acciones se desplomaron un 65 % en 2022. La demanda de Tesla se debilitó a medida que incrementó la competencia en vehículos eléctricos de los fabricantes de automóviles establecidos en 2022. La empresa no alcanzó sus objetivos de crecimiento y redujo la producción en China.
El desinterés de los compradores por los Tesla se puso de manifiesto el mes pasado, cuando la empresa anunció una venta excepcional para liquidar existencias. Tesla ofreció dos rebajas a los compradores que adquirieran un vehículo antes de finales de año, inicialmente con un descuento de US$3.750 y después duplicando la rebaja a US$7.500 a dos semanas del fin de 2022.
Con la intensificación de la presión sobre Tesla, Musk ha estado preocupado por Twitter, que adquirió por US$44.000 millones a fines de octubre del último año. Su enfoque consistió en aplicar medidas drásticas aunque erráticas, como despedir al personal y luego pedirles que regresen, y aplicar políticas de contenido al azar para justificar la prohibición de las cuentas de algunos periodistas destacados que lo cubren.
El magnate ha descartado las preocupaciones sobre Tesla y ha recurrido repetidamente a Twitter para criticar a la Reserva Federal (Fed) por aumentar las tasas de interés al ritmo más rápido en una generación. “¡Tesla está mejor que nunca!”, tuiteó Musk el 16 de diciembre. “No controlamos la Reserva Federal. Ese es el verdadero problema aquí”, comentó.