El turismo, una de las actividades más afectadas por la pandemia del Covid-19 y que aún no se recupera de este estrago, también ha sido en las últimas dos semanas uno de los sectores más golpeados por el estallido de protestas a nivel nacional. Tanto es así que, en este periodo, alrededor de 2 millones de turistas han dejado de viajar como resultado del cierre de aeropuertos y del bloqueo de carreteras, lo que ha ocasionado una pérdida semanal de S/500 millones, según Carlos Loayza, gerente general de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur).
“Hasta el día 20 (de diciembre) hemos tenido un registro de que 2 millones de turistas están dejando esta actividad, (...) lo que es un promedio de 200.000 o 250.000 turistas diarios”, estima.
Esto también impediría que se logre la meta de los 2 millones de turistas extranjeros en el 2022.
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Sin embargo, la situación dejaría de verse tan oscura a raíz del debilitamiento de las paralizaciones, la firma de algunas treguas, la liberación de las vías terrestres y la reapertura de los principales aeropuertos.
Por ejemplo, en la región Cusco, uno de los destinos bandera del Perú, la ocupabilidad de los holetes se encuentra entre un 15% y 20%; no obstante, aunque la recuperación continúa lenta, estas cifras llegarían hasta a duplicarse en los próximos días, estima Henry Yabar, representante de la Cámara Hotelera del Cusco. “Esperamos que con reservas de último minuto lleguemos a un 30%, siendo optimistas a un 40% de ocupabilidad, sobretodo para Año Nuevo”, sostiene. Añade que las previsiones iniciales para este fin de año eran ocupar un 90% de la capacidad de los hoteles cusqueños.
Yabar también rescata que en los últimos días las cancelaciones de reservas ya se han detenido, “aunque no se han realizado reactivaciones”, lamenta.
En el caso de las agencias de viajes, las reservas del turismo receptivo han caído hasta en un 75%, lo que lo convierte en el subsector más afectado por la convulsión social, comenta Ricardo Acosta, presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit).
Por otro lado, destaca que los turistas internos en los últimos días han detenido la cancelación de sus viajes, por lo que prevé que las agencias lleguen a un 50% de su nivel habitual de reservaciones.
Según Acosta, este resultado estaría impulsado por las separaciones realizadas para las playas del norte, que serán los destinos menos perjudicados por el actual contexto social. “Para fin de año, los vuelos al norte tienen bastante demanda (...), se encuentra a un 60 %”, subraya. En contraste, las zonas turísticas más afectadas serían Cusco, Arequipa, Puno, Tarapoto y Cajamarca.
El turismo interno será el gran soporte de las actividades turísticas en los primeros meses del 2023, asegura Carlos Loayza. Lo mismo afirma Ricardo Acosta, quien, además, indica que el Gobierno deberá realizar una campaña agresiva de promoción del turismo nacional para generar confianza en el exterior.
En el sector turismo, 9 de cada 10 empresas son microempresas y en los últimos 10 días su facturación ha sido nula, menciona Carlos Loayza.
“Esto afecta los créditos que tienen estas empresas. Ya hemos recibido de parte de muchos asociados la solicitud para prórrogas, ampliaciones y cierto tipo de consideraciones”, revela.
Por ello, sugiere que el plan Con Punche Perú, anunciado recientemente por el Ministerio de Economía y Finanazas, considere a las empresas de este rubro entre los sectores más afectados por el estallido social.
Henry Yabar, Cámara Hotelera del Cusco
“El gran número de reservas que se están dando en estos días son de última hora (...) y las cancelaciones ya se han detenido, la mayoría ha hecho su cancelación los días más fuertes de la huelga”.