Tras varias semanas de discusión técnica y tres días de Pleno del Congreso, tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo lograron consensuar la distribución del Presupuesto Inicial de Apertura (PIA) del 2023, que asciende a S/214.790 millones.
En ese sentido, dentro de las disposiciones complementarias en el texto que marca la ruta para el gasto en las diferentes ramas del Estado, S/250 millones se inyectarán para atender las principales demandas de la ciudadanía (ver infografía).
A detalle, S/100 millones irán para fortalecer a las ollas comunes en la compra de alimentos. Dichos recursos se darán a través del programa Qali Warma.
“Hemos estado atentas a que se apruebe esta propuesta porque el Gobierno no la consideró al alegar que las ollas comunes son temporales. Ahora esperamos que se beneficien las más de 3.200 ollas comunes registradas a nivel nacional”, comentó para La República Fortunata Palomino, dirigenta de la Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana.
El presupuesto público también destinará S/100 millones para financiar los programas del Vaso de Leche.
También se contempla un presupuesto de S/50 millones para cumplir progresivamente con el pago de aportes a los fonavistas, quienes desde hace décadas exigen que se les reconozca el íntegro de esta deuda social, truncada por las malas gestiones gubernamentales.
En palabras de Luis Luzuriaga, presidente de la comisión ad hoc para la devolución del Fonavi, el Congreso y el MEF han dado “un pequeño paso pero gigantesco” para incluir la distribución de recursos a los adultos mayores que vieron truncados sus sueños de la casa propia bajo este programa.
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“No será el monto que anhelábamos pero es el inicio para el pago de la deuda total hacia los fonavistas. El Estado no ha querido reconocerlo, pero se marca un precedente jurídico pese a que cuestionan lo que determinó el Tribunal Constitucional”, explicó para este diario.
Luzuriaga señala que estos S/50 millones se añadirán a los S/2.000 millones que tienen guardados los fonavistas, y ahora solo falta que la comisión ad hoc y el MEF empiecen a programar la devolución parcial de la deuda.
El presupuesto 2023 también insta a que el Estado otorgue este mes un bono de S/350 para los pensionistas y beneficiarios del Sistema Nacional de Pensiones (SNP) y a los del régimen social para trabajadores pesqueros. Así como un incremento en la subvención bimestral de Pensión 65 de S/250 a S/300 para el próximo año.
Kurt Burneo, titular del MEF, señaló ayer que “no es que no se haya querido atender las necesidades sociales” que exigían los legisladores –por pedido del pueblo–, sino que estas debían regirse a los principios de equilibrio presupuestal y fiscal, sin trasgredir las reservas de contingencia “como si esta no estuviera distribuida previamente”.
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Fuera de este pliego, en materia social el presupuesto 2023 dará más de S/12.281 millones para financiar los programas de desarrollo infantil temprano, las políticas de aseguramiento universal en salud y el Fondo para Intervenciones ante la Ocurrencia de Desastres Naturales, entre otros (ver infografía).
El extitular de la cartera de Economía Pedro Francke detalló que de los S/100 millones destinados para las ollas comunes recortarán los fondos que se tienen en Qali Warma para la alimentación escolar; mientras que de los S/50 millones para los fonavistas se afectarán recursos de la PCM.
“¿Recortarán Reconstrucción con Cambios, atención a conflictos sociales o solo se trata de ganar tiempo?”, se cuestionó en Twitter.
Otro ejemplo es que de los S/100 millones para el Vaso de Leche se tomarán recursos del Midis, por lo que se frenaría el alcance de Pensión 65, Foncodes o Cunamás.
El exministro Francke lamenta que no se haya aplicado una reforma tributaria para lograr aumentar el fisco y así atender todos los reclamos sociales postergados durante varios años.
Luis Luzuriaga, presidente de la comisión ad hoc del Fonavi
“Efectivamente es un pequeño paso, pero gigantesco porque hemos logrado que, en medio de la convulsión del presupuesto (público), el Estado comience a reconocer que tiene una deuda con los fonavistas”.
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