El banco de capitales alemanes, Deutsche Bank, redujo sus estimados de crecimiento económico de la zona euro, y ahora esperan una contracción de 2,2% para el 2023.
Por otro lado, la inflación cerraría este año en 8,2% y en 6,2% para 2023, lejos del 2% objetivo del Banco Central Europeo.
Según Deutsche Bank, los precios de la energía son el principal dolor de cabeza para los especialistas, ya que en julio se elevaron 139% anual.
“En agosto, los precios al productor de la industria aumentaron 45,8% anual. Ese fue, por mucho, el mayor incremento desde que comenzaron los registros, en 1949″, detallaron.
En esa línea, Alemania sería uno de los países más afectados por la inevitable recesión, ya que su PBI bajaría -3,5% ante la crisis energética.