La congresista de Perú Libre Kelly Portalatino presentó un proyecto de ley que crea el impuesto a la fortuna con justicia social, el cual gravará a los ciudadanos que tengan un patrimonio mayor a 3.500 UIT (más de S/ 16 millones 100.001).
Según el documento —avalado por otros miembros del partido que llevó a Pedro Castillo a la presidencia— se cobrará un impuesto adicional para las personas naturales con grandes fortunas que residan en nuestro país de manera continua por seis meses o de manera discontinua por más de un año, sean estos locales o extranjeros. También abarcará a aquellos no domiciliados en territorio nacional, pero que tengan sus riquezas aquí.
El impuesto se aplicará tomando en cuenta los bienes muebles e inmuebles, así como los activos financieros, dinero, derechos y todo bien material o inmaterial con valor económico.
Para las fortunas que superen las 3.500 UIT se establecerá un impuesto de 1%; para aquellos con más de 4.500 UIT (más de S/ 20 millones 700.000), de 2%; y para los que ostentan un patrimonio superior a las 5.500 UIT (más de S/ 25 millones 300.000) será de 2,8%.
El proyecto sustenta que en el Perú hay 328 ciudadanos que podrían estar afectos al impuesto a la fortuna, aportando así un total de S/ 5.358 millones 864.000 durante cinco años y tributando bajo una imposición de 2,8%, amparándose en un informe de Oxfam.
Sumado a que en los últimos 30 años “los gobiernos en distintos periodos” han apoyado más a los sectores con mayor capacidad adquisitiva sin fijarse en la clase media y los más desposeídos, poniendo como ejemplo el reciente Reactiva Perú.
Durante el primer año de pandemia, según Luis Felipe López-Calva, director del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para América Latina y el Caribe, la riqueza acumulada en el Perú creció de US$ 5.000 millones a US$ 11.400 millones; mostrándose a favor de un impuesto a este grupo de personas para promover las ganancias sociales.
Infografía: La República