Con información de EFE
El presidente de la petrolera brasileña Petrobras, Joaquim Silva e Luna, defendió la actual política de precios de la compañía, que son regulados por el mercado, frente a las repetidas críticas del presidente del país, Jair Bolsonaro, contra ese modelo.
“Ya hemos visto lo que pasa en países de nuestro alrededor que hicieron eso (regular precios de combustibles). El que regula el precio es el mercado, sobre todo cuando se trata de materias primas”, dijo Silva e Luna en una entrevista publicada este sábado en el diario Estadao.
Los combustibles se dispararon en Brasil alrededor de un 50% en 2021, impulsado por la revalorización del petróleo en el mercado internacional y la fuerte apreciación del dólar estadounidense frente al real brasileño.
La subida de los hidrocarburos también ha sido uno de los factores determinantes que ha empujado la inflación por encima de los dos dígitos (10,7 %) en el país.
Bolsonaro cargó en repetidas ocasiones contra las subidas de los hidrocarburos en la refinerías del país, que progresivamente se han repasado al consumidor final, y expresado su deseo de modificar la legislación para cambiar la política de precios de la estatal.
Jair Bolsonaro también insistió en que Petrobras, controlada por el Estado brasileño pero con títulos negociados en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid, debe tener un “sesgo social” y no dar tantos dividendos a sus accionistas.
Sin citar a Bolsonaro, Silva e Luna, que fue designado para el cargo por el propio gobernante en febrero del año pasado, señaló que la contribución de Petrobras para con la sociedad es continuar siendo una “empresa saludable que genera recursos” y transferir parte de ellos al Estado “en forma de tributos”.
Silva e Luna, un general retirado del Ejército, resaltó que “nada del lucro” generado se queda en “el cofre de Petrobras”, pues se destina a “nuevas inversiones”, así como al “pago de la deuda” y de “dividendos”.
“Petrobras tiene responsabilidad social y busca cumplirla, pero no puede hacer política pública (...) Solamente al Estado pagamos dividendos de 27.000 millones de reales (4.800 millones de dólares) y 220.000 millones de reales (39.000 millones de dólares) en tributos para las administraciones federal, regionales y municipales”, dijo.