Los trabajadores informales perciben el 64% de los ingresos que recibían antes de la pandemia de la COVID-19, es decir 36% menos que antes de la crisis sanitaria, según un estudio global realizado por la asociación Mujeres en empleo informal: globalizando y organizando (Wiego, por sus siglas en inglés).
La investigación denominada Economía Informal y COVID-19 revela que “cuatro de cada diez (40%) trabajadores domésticos, vendedores ambulantes y recicladores a mediados del 2021 seguían ganando menos del 75% de sus ingresos precovid″.
En la misma línea, el informe que recopila datos 11 ciudades de nueve países del mundo entre ellas, Lima, Nueva York y Ciudad de México, encontró que los trabajadores informales trabajaban cuatro días por semana, cifra inferior a los 5,5 días en promedio que laboraban antes de la crisis sanitaria mundial.
Con base en la encuesta realizada a 1.600 personas, la investigación concluye que las trabajadoras del hogar son el sector más afectado. “A mediados de 2021, los ingresos típicos de este grupo eran solo el 2% de los niveles anteriores a la pandemia, lo que refleja la profundidad de la devastación en este sector predominantemente femenino”, menciona.
El reporte de Wiego también señala que la crisis obligó a los trabajadores a adoptar practicas dañinas. Así, los encuestados indicaron que se vieron obligados a pedir dinero prestado (46%), recurrir a ahorros ya escasos (35%) o reducir el gasto familiar en artículos no alimentarios (26%) y alimenticios (23%).
Finalmente, el 48% de los encuestados reveló que necesitaba capital para reanudar su trabajo. No obstante, solo el 9% de ellos utilizó subvenciones de ayuda del gobierno para este propósito, y únicamente el 7% recibió préstamos del gobierno.