Los precios internacionales del petróleo continúan marcando máximos. Según información de Bloomberg, el barril Brent se afianza un día más por encima de los 75 dólares, mientras que la referencia estadounidense WTI supera los 73 dólares, precios no vistos desde 2018.
Este impulso se debe a una caída mayor de la esperada en las reservas de petróleo estadounidenses lo que, a su vez, ha avivado la expectativa de un mayor consumo al inicio de la temporada de verano. Esta disminución de las existencias se suma a las señales de que los mercados mundiales se están recuperando de la pandemia.
De hecho, los precios están respaldando las expectativas de que la alianza OPEP, liderada por Arabia Saudita y Rusia (cuya reunión será el próximo 1 de julio), no reactivará la producción lo suficientemente rápido como para evitar que los mercados se estrechen.
Las reservas se están agotando rápidamente a medida que el consumo de combustible se recupera en regiones clave, como Estados Unidos y Europa. Al mismo tiempo, la perspectiva de un aumento inminente del petróleo iraní está disminuyendo a medida que se prolongan las conversaciones para reactivar un acuerdo nuclear.
Como resultado, los principales consumidores como India están instando a la OPEP y sus socios a devolver más de la producción que cerraron durante la pandemia. Si bien los saudíes dicen que desconfían de la amenaza inflacionaria del petróleo para la economía, el Gobierno de ese país ha manifestado que actuará con cautela.
Rusia, por su parte, está considerando hacer una propuesta para que la OPEP impulse la producción, y los delegados dicen que se está discutiendo informalmente un aumento.
La ganancia promedio pronosticada por los analistas fue de alrededor de 550.000 barriles por día, apenas una cuarta parte del déficit de suministro global que anticipa la alianza durante agosto.
Suscríbete aquí al boletín de Economía de La República y recibe todas las semanas las notas de nuestro suplemento dominical en tu correo electrónico.