En el 2008, durante el segundo gobierno de Alan García surgió una iniciativa privada para llevar gas al sur del país, este se llamó Gasoducto Sur Peruano. Desde ese entonces, el proyecto ha tenido varias complicaciones y postergaciones para poder hacerse efectivo (ver infografía).
El avance general que tiene el proyecto es de alrededor de 32%, el cual a la fecha no ha podido retomarse debido a los efectos del caso Odebrecht.
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Incluso en julio del 2019, el entonces titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Francisco Ísmodes, se comprometió a otorgar la buena pro del ahora llamado Sistema Integrado de Gas (SIT Gas) para el segundo trimestre del 2021.
A pesar del compromiso, el Minem anunció que el SIT Gas se adjudicará mediante la modalidad de APP recién el 2024 y abarcará a las regiones de Apurímac, Arequipa, Cusco, Moquegua, Puno y Tacna. De acuerdo con el informe de la consultora Mott MacDonald, la inversión de esta obra ascendería a US$ 4.500 millones, menor a los más de US$ 7.000 millones que se proyectaron anteriormente.
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“Lo que queda de aquí en adelante es que la concesión esté desarrollada para el 2024 con entregas parciales antes de eso y, finalmente al 2025 o inicios del 2026, ya esté operando”, aseveró el viceministro de Hidrocarburos, Víctor Murillo, quien detalló que el proyecto beneficiará a 900.000 hogares.
Aurelio Ochoa, experto en temas energéticos, mostró su preocupación por la fecha anunciada por el Ejecutivo, pues la adjudicación correspondería al siguiente gobierno, lo cual “no es garantía de nada y muy por el contrario podría nuevamente postergarse”.
En ello también coincide el exministro de Energía y Minas Carlos Herrera Descalzi, pues indica que un gobierno que ya está por terminar su gestión no se puede comprometer por el otro.
Agregó además que el proyecto debería revisarse nuevamente para saber si efectivamente hay o no reserva de gas.
Infografía minería gas gasoducto
Iván Prado, director regional de Energía y Minas (DREM), lamentó que nuevamente el Minem postergue este proyecto a pesar de que se había comprometido el año pasado con ellos.
“El compromiso con el Cusco era que el ducto debía estar en Anta en el 2022. Ahora la idea es patear el proyecto, porque el gobierno sale en julio del 2021 y falta algo más de medio año”, acotó.
Para el experto en temas de hidrocarburos Edgar Carmelino Pino, se está “enviando de taquito” el proyecto gasífero al próximo gobierno como lo hicieron también Alan García y Ollanta Humala. “En el 2024 habrá otro gobierno, otras condiciones y, entonces, nadie puede asegurar que se hará”, observó.
Prado Barreto refirió que, aunque hagan entregas parciales antes del 2025 para beneficiar a 900 mil hogares, el retraso afecta a los cusqueños y las ciudades del sur.
Sobre el impacto que tendría la salida de Naturgy en el proyecto Siete Regiones, el viceministro de Hidrocarburos aclaró que son modelos de negocios distintos, ya que las inversiones están seguras en esta obra.
Explicó que en comparación con otras concesiones en este proyecto no habrá riesgo de demanda. “El proyecto Siete Regiones es subsidiado al 100%. Todo el costo de instalación inicial va a ser asumido por FISE, de manera que la empresa privada ganadora va a poder recuperar su inversión íntegramente en los 8 primeros años”.
El plazo de concesión es de 32 años y la buena pro está prevista para el 29 de setiembre.
Problema. El gobierno paga US$ 50 millones anuales por el mantenimiento de los tubos que están entre La Convención y Calca.
Beneficio. Del 64,11% sería el ahorro anual que tendrían los consumidores de gas natural en el sur.
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